Esther Mª Ojeda. Tras la determinante jornada que se vivió ayer en las sevillanas hermandades del Buen Fin, San Bernardo y San Benito que concluyeron con el nombramiento de José Foronda, Teodoro Mauriño y José Luis Maestre respectivamente como mayores responsables de las corporaciones, hoy ha sido el turno de la Hermandad de Pino Montano, cuyos comicios giraban alrededor de las candidaturas presentadas por Miguel Ángel D’herbe Pérez y José Ordoño Álvarez.
Después de unas votaciones que comenzaban en la tarde de hoy en torno a las 19 horas que, asimismo se han prolongado hasta las 23 horas, el proceso ha concluido con la designación de José Ordoño, habiendo obtenido 167 votos en favor frente a los 130 conseguidos por su oponente.
Con este resultado, José Ordoño Álvarez, se pone finalmente a la cabeza de esta hermandad hispalense de la que es hermano desde 2003 además de pertenecer a otras cofradías como la Amargura, la Macarena y el Santo Entierro, entrando incluso a formar parte de su centuria romana. Dentro de la corporación de Pino Montano ha ocupado el cargo de mayordomo segundo, colaborando asimismo con el equipo de la Bolsa de Caridad así como en la puesta en marcha de la financiación del pórtico del templo.
El programa de Ordoño contempla entre sus propuestas medidas que sirvan para reimpulsar el progreso de la hermandad – en el que está incluido el proceso de Evangelización – que aunque ha sido considerable teniendo en cuenta su juventud, estima que podría ser aún mejor si en las labores del día a día comienzan a tomar parte las personas más capacitadas para hacer de ese objetivo una realidad.
Con respecto al paso de la Hermandad por la Catedral, el nuevo Hermano Mayor comentó con anterioridad que ya se había presentado la solicitud para incluirla en su recorrido y poder hacer estación de penitencia, sin olvidar claro está, que en última instancia correspondería a los hermanos tomar la decisión sobre incluirla o no en su itinerario en el caso de que se sientan realmente preparados para hacer un cambio de esa índole.