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viernes, 10 de junio de 2016

La sombra de la gestora se cierne sobre dos hermandades cordobesas


Blas J. Muñoz. El presente mes de junio y los primeros días de julio eran los elegidos para resolver diversos procesos electorales en las cofradías cordobesas y en su organismo representativo, la Agrupación. Sentencia, Misericordia, Soledad y Resucitado han de elegir a quien los gobierne hasta 2020, si bien en el caso de las dos últimas corporaciones habremos de esperar puesto que no se ha formalizado ninguna candidatura, tras la conclusión de sus respectivos plazos.

Como les informábamos recientemente en Gente de Paz, tras los cuatro años de mandato de José Antonio Murillo en la Soledad ningún hermano ha querido dar el paso para relevarlo en el Gobierno de la corporación de Santiago. Un caso similar -también sin presentación de candidatos, tras concluir el plazo para ello- sucede en la Hermandad del Resucitado.

Hasta la fecha, la dirección de la cofradía de Santa Marina ha recaído en la Junta de Gobierno que preside Manuel Murillo, que podría verse abocada a un período de interinidad hasta la siguiente convocatoria del plazo electoral, toda vez que de producirse nuevamente la ausencia de candidatos, la autoridad Diocesana podría acabar nombrando a una gestora en un futuro a medio plazo o fijar un período de gobierno en funciones.

La trayectoria de los cuatro años de Murillo al frente del Resucitado es más que reseñable. Durante su mandato, además de una constante labor social, la corporación ha realizado sobresalientes incorporaciones de carácter patrimonial. Destacan un retablo cerámico diseñado por Rafael de Rueda, así como un Sine Labe y una Saya para la Virgen de la Alegría, ambas piezas también salidas de la creatividad del diseñador cordobés y elaboradas por Jesús Rosado.

En el apartado de cartelería la Hermandad de Santa Marina ha apostado también por la experiencia de Rafael de Rueda y, en 2016, por el joven fotógrafo y maquetador Jesús Caparrós. Todo ello sin olvidar el giro realizado en relación al entorno floral de los pasos para el que se ha contado con la pericia de Grado.

Cabe recordar, por último, que Manuel Murillo nombraba para 2016 a Juan Berrocal como capataz general de la cofradía. Un fructífero mandato que, de momento, no tendría la continuidad de otros cuatro años por decisión propia.


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