Juan Pérez. En estos meses posteriores a la Semana Santa hay varios procesos electorales abiertos en las hermandades sevillanas. En Pino Montano se da esta circunstancia y, como viene siendo habitual cuando hay más de una candidatura, los aspirantes "se sueltan" y analizan los aspectos que consideran mejorables de su cofradía.
Miguel Ángel D'Herbe está trabajando para ser elegido el próximo 24 de junio el nuevo responsable de la Hermandad de Pino Montano y en una entrevista concedida a De Nazaret a Sevilla ha radiografiado la situación por la que, a su juicio, atraviesa la cofradía del Viernes de Dolores, día que no piensa cambiar.
D'Herbe es duro en sus declaraciones y señala que se presenta porque "un grupo de hermanos me pidió que fuese el máximo representante para un cambio hacia el futuro en la Hermandad; más provechoso, con el fin de explotar el gran potencial que tiene tanto el barrio como la corporación de Pino Montano y que durante los últimos años no se ha sabido hacer".
Asegura que por el hecho de haber dos candidaturas "no hay desunión" en la corporación, pero expresa que "queremos una nueva forma de gobierno en cuanto a la participación del hermano, es decir, que sean ellos los que gobiernen la hermandad". Y a éso añade que "durante los últimos años no ha habido una apertura hacia el hermano".
Para D'Herbe todos los proyectos que presenta son igual de importantes, peto se centra en que "nuestro emblema de peso es abrir la Hermandad a los hermanos, recuperar la vida". Una declaración de intenciones que refleja el trasfondo que se vive en la corporación.