Blas J. Muñoz. La semana comenzaba con la noticia de que la Hermandad del Amor retirará del culto a María Santísima de la Encarnación para que la misma sea sometida a labores de restauración -a nivel estructural- por su propio hacedor, Luis Álvarez Duarte. De tal forma que, una vez concluyan las mismas, la hermosa Titular mariana de la corporación recuperará una parte indispensable de su anatomía.
Esta decisión viene a ratificar lo aprobado en el cabildo que tuvo lugar el 8 de marzo de 2015 en el cual se aprobó que la imagen debía ser restaurada por el citado imaginero sevillano de tal modo que la gestora, una vez cumplidos los requisitos establecidos por los hermanos en asamblea ha decidido acometer este proceso en el que se intervendrá sobre la estructura del candelero de la Santísima Virgen así como sobre las articulaciones.
En consecuencia, cabe destacar el hecho de que, transcurrido algo más de un año, los regentess de la cofradía del Domingo de Ramos han tomado el testigo del acuerdo que dieciséis meses atrás adoptaron los hermanos en su principal órgano decisorio. Un hecho sin duda reseñable y que viene a dar cuenta de la meticulosidad con que se ha abordado un aspecto de tanto calado para la hermandad, ya que se trata de uno de sus Titulares.
A ello hay que sumar las diversas labores formativas (centradas en el Grupo Joven), cutuales (destacando el impecable altar edificcado para la procesión del Corpus) y solidarias (atendiendo a la defensa de la vida, como demostró la iniciativa del cirio de la Virgen de la Encarnación); que la corporación ha venido desarrollando estosúltimos meses. Toda vez que se afronta con ilusión la confección del programa de actos para conmemorar la llegada a Córdoba del Señor del Silencio que, a todas luces, determinará un ilusionante año para los cofrades del Cerro.