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sábado, 16 de julio de 2016

El secreto de la Hermandad del Carmen de San Cayetano


Blas J. Muñoz. Coronada canónicamente y con un progresivo crecimiento patrimonial, la Archicofradía de Nuestra Señora del Carmen Coronada se ha erigido por mérito propio en una de las corporaciones más pujantes de Córdoba, a todos los niveles y en comparación, por supuesto, con sus homólogas penitenciales.


El gusto por las cosas bien hechas, desde un ajuar en continuo crecimiento que como les informaba nuestra compañera Esther María Ojeda sobre los correspondientes a 2016, consta de un un toisón de oro y plata realizado a partir de una colección de medallones-relicarios que ya se encontraban en el rico ajuar de la Virgen del Carmen y  en los que se aprecian las imágenes del Santo Rostro de Jaén, la Virgen con el Niño, San Pedro, Santa Teresa, San Francisco de Paula, San José y La Dolorosa. Las piezas que lo conforman son de los siglos XVII y XVIII según un estudio fundamentado en las semejanzas con las del Museo Nacional de Artes Decorativos y el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. El autor del diseño no ha sido otro que el orfebre Lucio Rodríguez para el que se ha basado en el estilo característico del barroco español y ha añadido los medallones en cuestión así como perlas y pedrería.

La Virgen ha recibido también el hermoso complemento del siglo XVII que supone la joya de pecho inspirada en la orfebrería de los Austrias realizada en plata y oro y entre cuya pedrería llaman la atención las esmeraldas. Y Por su parte, el Niño que la Virgen porta en sus brazos contará con la restauración y enriquecimiento del vestido – realizado por el miembro de la corporación, Ignacio Martos Sánchez de Puerta – con un bordado en oro del siglo XVIII al igual que el lazo de seda de marfil con elementos vegetales en hojilla de oro y jiraspe que ha sido donado por un grupo de fieles. Para completar lo anterior y de nuevo gracias a la donación del ya mencionado Ignacio Martos, se ha hecho entrega al Niño de un barco de plata que consta de un ancla con el escudo Carmelita, todo ello realizado en plata, "de estilo rocalla con incrustaciones en oro, carey, brillantes, zafiros, corales, perlas, circonitas y una aguamarina".

Finalmente y sin dejar de lado una figura tan importante en el seno de esta hermandad como lo es Santa Teresa de Jesús, se ha obsequiado a la misma con una toca obra de Pedro José Sánchez Reyes (también miembro de la archicofradía) con bordados en oro sobrepuestos al terciopelo negro a juego con la muceta que pudiésemos ver por primera vez el año pasado y cuyo resultado se debe al trabajo del taller de bordado de la corporación.

Los detalles del Carmen de San Cayetano son amplios y también cuidan las exaltaciones y demás actos de culto a Nuestra Señora, donde hasta el Obispo de la Diócesis se ha dado cita. Todo para dar cuenta de un secreto que se basa en el gusto por las cosas bien hechas.





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