Quién nos iba a decir que un 10 de agosto, en Córdoba, nos íbamos a reunir en torno a una procesión todos los jartibles, que el pasado miércoles estuvimos merodeando la feligresía de San Lorenzo. Y lo que es mejor, en los prolegómenos de la misma departiendo con los costaleros y capataces de la misma un rato antes de que se metieran en la “parrilla” de San Lorenzo. Y nos podemos dar con un canto en los dientes porque no fue la noche del año anterior, la cual si hizo calor de rigor, como debe ser el día de San Lorenzo.
Por allí los músicos de la banda de música AMUECI de Écija, gente buena la astigitana que acompañaron con sus sones elegantes y finos para la época estival que estamos, acompañados por unos pocos músicos cordobeses para dar, aún más si cabe, más esplendor a sus notas. Enhorabuena a la banda, de la cual reconozco soy un humilde admirador.
Y allí en la plaza esperando la hora hablamos con los Javier de la Fuente, Juan, Tori, el sobrino de Javier, Manuel Orozco, etc., de buena gente y mejores costaleros que la verdad sea dicha, este mundo loco de costaleros ha cambiado y mucho y cada vez para mejor. Después allí se ultimaban los últimos detalles de colocarse la ropa como Dios manda, cuánto han cambiado las ropas de los costaleros en nuestra ciudad.
Y llego la hora, que no fue lo puntual que debería de ser, pero quién sabe cuál fue el motivo, quizás y ahí lo dejo, por la falta de efectivos de la policía local para ordenar el tráfico de la zona. Por ejemplo, los inspectores de la empresa municipal, deficitaria, de los autobuses de la ciudad estaban allí para ver como daban paso o detenían a sus unidades. La Policía Local, no. Y no culpo a los miembros de la misma. Culpo a ese grupo de ineptos que intentar mal gobernar el Excmo. Ayuntamiento de Córdoba. En otros medios públicos sí les dan “camama” pero aquí no y a mí tampoco me apetece, cuando no lo hacen bien y menos aún con el gremio cofrade que a tanta gente mueve.
Por cierto, mucha gente para ver la salida de la imagen de San Lorenzo. Y si no llega a ser por el buen hacer de los organizadores de la procesión, quizás hubiésemos tenido una montonera con algún conductor que por lo que vi, creo que aún no se ha ido de vacaciones, por lo nervioso que se puso. También es cierto que otros fueron mucho más tolerantes y solidarios. La cuestión fue que echamos una tarde noche de miércoles de verano viendo un paso en la calle y escuchando marchas procesionales, en pleno mes de agobiante calor de agosto.
Y hablando de otras cosas, no puedo entender a esas madres y amigas novias que en el momento en que su hijo o amigo novio se sale de debajo del paso, lo primero que hacen es mirarle el cuello. Señoras, ¿qué quieren que tengan ahí? Pues la señal de un trabajo que se está realizando, porque todos los pasos pesan. Unos más que otros, pero todos pesan, así que dejen a los costaleros noveles que se hagan costaleros de verdad debajo de un paso, trabajando y sufriendo por las angosturas de las calles cordobesas y dejen el paño de dolor en sus casas.
Bueno, para ir acabando que estamos de vacaciones casi todos, que ganas tengo que me toquen ya. Sean felices y extrapólenlo. Hoy viernes no nos podremos ver por la calle, ya que no hay ensayo de costaleros, pero el lunes les espero viendo a la Virgen del Tránsito por San Basilio, si están aquí en nuestra calurosa Córdoba.
Los que se encuentren en otra localidad, disfruten de las distintas procesiones que habrá por los lugares en los que estén y si fueran o fuesen a verla, tengan un momento para una oración. No olviden que les quiero.
Pachi Giraldo