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lunes, 29 de agosto de 2016

Esta es la Oración a la Virgen de la Paz con motivo de su coronación


Guillermo Rodríguez. Un mes y un suspiro. Ese es el plazo que separa a los hermanos de la Paz del Porvenir de vivir una jornada histórica que han cuidado con mimo, desde lo sustancial hasta lo accesorio, como hacen las hermandades grandes, dirigidas por personas íntegras preocupadas de que los hechos y no los nombres, pasen a la memoria imperecedera de las entidades que gestionan, sabedores de que son meros depositarios de una herencia recibida que no poseen. 

Con la mirada puesta en una cita que quedará grabada a fuego en el alma de miles de sevillanos, la corporación que cada año abre la Semana Santa en la ciudad de San Fernando, ha dado un paso más en la demostración de que son los pequeños detalles los que engrandecen a los colectivos, con la publicación de la Oración a la Virgen de la Paz, un sentido, sencillo y hermoso texto, elaborado con motivo de su próxima Coronación Canónica, que ha de servir para que los devotos de la dulcísima dolorosa que naciera de la gubia de Antonio Illanes, se acerquen a Ella en estos momentos extraordinarios en los que se cumplen los sueños que muchos soñaron.

Una oración que ha sido entregada a la hermandad de San Sebastián por el arzobispo de Sevilla, Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina, que es un sincero ruego, una muestra del amor verdadero de un hijo a su Madre, en el que se recoge la esencia misma de la relación del cristiano con la Virgen María, materializada en una de las advocaciones más bellas que una imagen mariana puede tener, máxime en los tiempos de tribulación que nos ha tocado vivir. No hay momento más oportuno para coronar a la Paz del Mundo que éste en el que la humanidad se halla al borde del abismo, ni momento más necesario para pedir su intercesión ante su Hijo. 

Esta es la oración a la Virgen de la Paz: “María, Virgen Santa de la Paz, Sierva del Señor, tú que has llevado en tu seno el fruto precioso de la Misericordia Divina hacia los hombres. 

María, tú que has guardado en tu corazón las palabras de tu Hijo y testimoniaste siempre ante el mundo el amor fiel de tu Señor hacia ti y hacia nosotros. 

María, tú que seguiste a tu Hijo Jesús hasta el pie de la cruz y, aceptando su dolor y su muerte, te asociaste a su sacrificio redentor.

María, Madre de misericordia, que muestras a tus hijos el Corazón de Cristo, que tú viste abierto en el Calvario y que es fuente de vida.

Mira a tus hijos de tu Hermandad de la Paz y a los feligreses del barrio del Porvenir, que se disponen a coronar la bendita imagen en la que te muestras como Madre. Escucha nuestra plegaria confiada. Haz que tu coronación sea un acontecimiento de gracia que renueve en profundidad nuestra vida cristiana, nuestro amor a tu Hijo y a la Santa Iglesia; que fortalezca también nuestro vigor apostólico; crezca nuestro amor a los hermanos y nuestra comunidad viva la unidad, la comunión, la paz, el perdón y el servicio esmerado a todos.

Bendice a nuestra Hermandad, a nuestra feligresía, a nuestro barrio del Porvenir y a sus sacerdotes, y haz que nuestra parroquia, nuestros grupos apostólicos y nuestras hermandades sean, como nos ha pedido el papa Francisco, islas de misericordia y de ternura, donde todos, especialmente los pobres y los que sufren, se sientan acogidos y amados. Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, tu Hijo y Señor nuestro. Amén”.






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