LO ÚLTIMO

lunes, 8 de agosto de 2016

José Maria Garcia, cartelista del Rosario del Barrio León


Guillermo Rodríguez. Existe en el universo cofrade y en buena parte de la opinión pública, la creencia generalizada de que las cofradías son seres inmutables que permanecen estáticos a lo largo de los siglos, en base a unas sólidas tradiciones que chocan frontalmente con cualquier modificación de sus hábitos y maneras impidiendo su adaptación a los tiempos que corren. Nada más lejos de la realidad, sin perjuicio del profundo respeto a sus tradiciones heredadas de generación en generación, las hermandades vienen dando continuamente muestras palpables de su capacidad de aclimatación a los tiempos que les toca vivir.

La presencia en los medios de comunicación es buena muestra de ello. Las corporaciones hace décadas que comenzaron a ser conscientes de que la traslación de sus hechos y sus novedades, prioritariamente a sus hermanos y posteriormente a toda la sociedad, debía incluir nuevos cauces separados de la arcaica convocatoria y la mera reseña en el diario escrito. Primero fue la aparición de los boletines corporativos que se fueron desarrollando desde la humilde hoja informativa hasta convertirse en auténticas publicaciones profesionales. En los últimos años estas ediciones periódicas se han ido complementando con memorias anuales con unos niveles de exigencia y calidad comparables a las de las mejores empresas.

La presencia en redes sociales ha sido probablemente la última gran metamorfosis experimentada por el área de comunicación de las corporaciones cofrades. Hoy resulta prácticamente impensable, pese a la concurrencia de ciertas excepciones, la existencia de una hermandad que no disponga de cuentas oficiales e incluso de la gestión profesionalizada de un community manager.

Y a caballo entre el boletín y las redes sociales, apareció hace décadas el cartel de hermandad para anunciar la salida procesional o sencillamente el curso cofrade. Algo que surgió de manera más o menos simbólica se ha terminado convirtiendo en prácticamente una necesidad para la que se convocan concursos y en su caso se cuenta con los mejores artistas de la fotografía y la pintura, alcanzando en multitud de ocasiones un nivel espectacular que ha dinamizado el arte en ambas disciplinas hasta niveles insospechados hace sólo unos años.

Una de las hermandades que en las últimas horas ha dado su paso anual en este sentido ha sido la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario del Barrio León, cuya junta de gobierno ha designado Cartelista para el presente año 2016 a José María Garcia Vera. García Vera, que goza de una calidad contrastada y una trayectoria incuestionable tal y como evidencian sus últimos trabajos, nació en Algeciras en 1993. En la actualidad reside en Sevilla, ciudad donde ha cursado sus estudios en la Universidad de Bellas Artes. Es Graduado en la Real Academia de Bellas Artes,  Restauración y Conservación de los Bienes Culturales de la Universidad de Sevilla.

Entre sus últimas obras destacan el Logotipo del IV Centenario de la Fusión Sacramental de la Hermandad de la Esperanza de Triana, el Logotipo del 750 Aniversario Fundacional de la Real Parroquia de Santa Ana, el Logotipo de la Candidatura a Hermano Mayor de la Hermandad de la Esperanza de Triana , el Cartel de Cultos para la Hermandad de Pasión y Muerte de Sevilla y el Cartel de Salida para la Hermandad de N.S. del Carmen de Fuengirola.

Igualmente ha demostrado su faceta como restaurador con las imágenes de Maria Milagrosa del Colegio N.S. del Rosario de Triana, Mª Auxiliadora de la Parroquia de San Juan de Ávila en Sevilla o los Querubines de la Hermandad de N.S. del Rocío de Fuengirola. Así mismo es responsable del proyecto de Túnica de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder de la Línea de la Concepción-



Hoy en GdP