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lunes, 22 de agosto de 2016

La Borriquita pospone la convocatoria electoral a finales de octubre


Guillermo Rodríguez. El pasado 21 de julio, la Hermandad de la Entrada Triunfal fue objeto de una auténtica bomba informativa a resultas de la dimisión presentado por Rafael Peinado Rojano, como Hermano Mayor de la corporación. La sorprendente decisión adoptada tan sólo un año después de haber sido reelegido en su cargo, tras haber sido la suya la única candidatura presentada para ponerse al frente de la misma, cogió con el pie cambiado a propios y extraños, ya que, en sus propias palabras, Peinado afrontaba su segundo mandato “con gran ilusión y la firme intención de sobreponerse a las dificultades económicas a las que habían tenido que hacer frente en los últimos tiempos”.

Nunca es una noticia gratificante la renuncia de un máximo responsable de una hermandad y mucho menos en el caso de un dirigente capaz de superar la realidad económica de una corporación como la de San Lorenzo y ser capaz de presentar el nuevo techo de palio que este pasado y finalmente nefasto Domingo de Ramos estrenaba Nuestra Señora de la Palma. Un llamativo techo de palio caracterizado por una confección que combinaba malla, bordado, orfebrería y pintura. Toda una hazaña que deberá ser reconocido por los hermanos de la corporación sean cuales fueran las causas de su marcha y un incuestionable incremento patrimonial en una corporación que carece de un potencial económico que convierta en sencillo materializar proyectos de esta envergadura.

Rafael Peinado despediría su mandato en la hermandad con la presentación a finales del mes de mayo de la marcha dedicada a la titular de la corporación titulada “Madre de los Hebreos”, pieza compuesta por José Ramón Rico que pasaría a engrosar el patrimonio de la entrañable cofradía del Domingo de Ramos. Bajo el mandato de Peinado cabe destacar igualmente la apuesta por la Catedral que permitió al pueblo de Córdoba presenciar la salida de la cofradía de los niños hebreos desde el mayor templo de la Diócesis en virtud del compromiso adquirido por las cofradías cordobesas. 

Tal y como informamos puntualmente en este medio el pasado 21 de julio, en la jornada de este domingo estaba convocada la asamblea de hermanos para un cabildo informativo que debía determinar las pautas que han de regir unas elecciones para cuya celebración se había barajado, en principio, el próximo 11 de septiembre. Sin embargo, una pormenorizada revisión del estatuto marco ha obligado a la corporación a posponer la celebración del cabildo de elecciones hasta finales de octubre, para adecuarse a lo que se establece al respecto de los plazos que han de observarse en toda convocatoria.

En este sentido cabe destacar que el artículo 17 del estatuto marco establece que “las candidaturas habrán de presentarse por escrito a la Junta Electoral desde los sesenta días a los treinta antes de la fecha prevista para la elección” al tiempo que indica que “la aceptación o rechazo de las candidaturas por la Junta Electoral se hará dentro de los tres días siguientes al cierre del plazo de presentación y a continuación será expuesta la resolución de la Junta Electoral en el tablón de anuncios de la sede de la Hermandad y del templo donde radique la misma, pudiendo presentarse reclamaciones en los cuatro días siguientes. En caso de que fuera rechazada una candidatura a Hermano Mayor, la Junta Electoral lo comunicará por escrito fundamentado al hermano candidato, escrito que se entregará en mano al hermano dando fe el Secretario de la Junta Electoral de dicha entrega o de la imposibilidad de hacerlo por la negativa del hermano a recibirla; en dicho escrito se otorgará al hermano el plazo de cuatro días para reclamar.”

Además en el citado texto se explica que “la Junta Electoral resolverá las posibles reclamaciones en los tres días siguientes, exponiendo inmediatamente su resolución en el mismo tablón de anuncios y comunicándolo por escrito en los mismos términos del apartado anterior al hermano reclamante. Finalmente la normativa especifica que “los hermanos tendrán un plazo de al menos veinte días para presentar las reclamaciones al Censo que estimen convenientes y la Junta Electoral resolverá las reclamaciones en el plazo de diez días”

Cabe recordar que en caso de no existir candidato alguno a la elección o no resultar ninguno elegido, el artículo 22 del estatuto marco indica que “continuará provisionalmente la misma Junta de Gobierno hasta que en nuevas elecciones, que tendría lugar dentro del plazo máximo de 90 días, se elija al Hermano Mayor”. Si persistiera la inexistencia de candidatos, la corporación podría solicitar una prórroga al obispado que podría terminar, en caso de no concurrir opción alternativa, en el nombramiento de una junta gestora que se hiciera cargo de los destinos de la hermandad. En las próximos días se informará a los hermanos de las nuevas fechas.



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