Guillermo Rodríguez/Esther Mª Ojeda. La hermandad de la Soledad de Santiago afronta las próximas semanas sumida en una delicada situación institucional derivada de la ausencia de candidatos para hacerse cargo de la vara de hermano mayor. Una noticia que preocupa y que mantiene en la incertidumbre a los hermanos de la corporación franciscana desde que el pasado 21 de mayo, el aún Hermano Mayor, José Antonio Murillo, confirmase su firme intención de dejar el cargo tras ocho años al frente de la corporación (2000 – 2004/2012 – 2016) entre los que hubo un lapso de otros ocho años bajo la responsabilidad de Francisco López, quien en los últimos tiempos compaginó su labor con la del cargo de la Vicepresidencia de la Agrupación de Cofradías.
Tras culminar el periodo previsto en las reglas corporativas para la presentación de potenciales candidaturas sin que ninguna se materializase, el cabildo previsto inicialmente para el 27 de junio hubo de ser suspendido y a resultas de las circunstancias establecer un plazo de entre 60 y 90 días tal y como estipula la normativa vigente.
Así, la corporación de Santiago ha determinado, y así se lo ha comunicado a sus hermanos, que el próximo 26 de septiembre tendrá lugar la Asamblea General de Elecciones, “en cumplimiento de sus estatutos y de lo que emana de la Normativa Complementaria al Estatuto Marco”. La Primera convocatoria tendrá lugar a las 22 horas y la segunda un cuarto de hora más tarde, teniendo como único punto del día la Elección de hermano Mayor. Cabe recordar que la cofradía ha establecido que el día 6 de septiembre se cierre el plazo de presentación de candidaturas, abierto desde el 1 de Agosto, debiendo ir avaladas las potenciales candidaturas por al menos diez hermanos con plenos derechos, si bien hasta el momento nadie se ha postulado, al menos públicamente, para el cargo de hermano mayor.
Con estas perspectivas y teniendo en cuenta la decisión de José Antonio Murillo de no perpetuar su mandato durante más tiempo, sólo el compromiso de los hermanos que conforman la cofradía posibilitarán que en lo sucesivo se presente alguna candidatura que facilite que todo siga su curso normal sin que la sombra de una junta gestora comience a vislumbrarse en la calle del Sol.