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jueves, 18 de agosto de 2016

La Virgen de la Antigua preside la festividad de la Asunción de María en la Catedral de Jaén


Manuel Consuegra. El pasado 15 de Agosto, festividad de la Asunción de María, la ciudad de Jaén acudió, como manda la tradición, a su cita con la Virgen de la Antigua en su Catedral. Dentro de los actos que se realizan ese día en el templo mayor de la capital del Santo Reino, se celebra  una procesión claustral presidida por dicha imagen y el acto de bendición presidido por el venerado Santo Rostro. A las doce de la mañana se iniciaba la procesión claustral de la que es la Patrona del Cabildo Catedralicio, considerada la imagen más antigua de las que se veneran en la ciudad. 

De esta forma, cuenta la tradición que esta imagen Mariana la trajo consigo Fernando III “el Santo” al conquistar la ciudad. Como en el resto de las urbes conquistadas por el santo rey, una vez que se hacía con el control de la ciudad, consagraba la Mezquita Mayor para el culto Cristiano y llevaba consigo una imagen Mariana que presidía el templo.

Alfonso X “el Sabio” narra la toma de Jaén en su Primera Crónica General o sea Estoria de España. Describe en uno de sus capítulos, la procesión de clérigos y caballeros que organizó su padre Fernando III hasta la Mezqita Mayor y la consagración de la misma para el culto Cristiano, presidiendo dichos actos la Imagen de María.

Aunque la tradición popular nos dice, pues, que nos encontramos ante una talla gótica del siglo XIII, los acontecimientos históricos narran que la primitiva imagen de la Virgen de la Antigua desapareció en el asalto de las tropas Nazaríes a la ciudad de Jaén acontecido allá por el año 1367. En ese año la ciudad se sublevó en contra del rey Pedro I, que estaba en lucha con su hermanastro y futuro rey Enrique II. Jaén apoyó a este segundo, lo que motivó el asalto de la tropas Nazaríes capitaneadas por el rey Muhammad V, rey que le debía el trono a Pedro I . 

Es en este asalto de las tropas Nazaríes donde desaparecería la primitiva imagen de la Virgen de la Antigua. Es, por tanto, en la segunda mitad del siglo XIV cuando se manda hacer la imagen actual, que vendría a sustituir la imagen traída por Fernando III el Santo . 

Nos encontramos ante una imagen tallada en una sola pieza en madera de nogal. Iconogràficamente, es una representación de María sentada, dando de mamar a Cristo. Imágenes llamadas en la tradición cristiana Virgen de la Leche o Madonna Lactans. El rostro de la Virgen es alargado, ceñido por una corona mutilada. Los ojos de María no miran a su hijo, sino al frente. El niño, cubierto parcialmente por un paño, se sienta en la rodilla de su Madre, mientras que ésta le da el pecho. 

Junto a la procesión de la talla gótica, se celebró la tradicional bendición con el Santo Rostro a través de las distintas balconadas del templo catedralicio. Este acto, aunque menos popular en la actualidad, contaba tradicionalmente con una afluencia masiva de fieles que hacían de este magno relicario, que es la Catedral de Jaén, uno de los centros de peregrinaje más importantes del sur de España.  



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