Juan Gravina Ponce. La Sociedad Humanista Escocesa ha publicado un manual ateo dirigido a niños y jóvenes en general que deben cursar la asignatura de religión en sus colegios. Esta asociación pretende así que los alumnos puedan rebatir a sus profesores, aumentando en ellos la animadversión al cristianismo hasta que logren erradicar esta materia de las escuelas. Asimismo la propia organización ha elaborado un segundo manual destinado a los padres para que "orienten a sus hijos ateos cuando cursen clases de religión".
El responsable de comunicación de este colectivo, Gary McLelland, ha manifestado que su objetivo final pasa por desechar la religión y sustituirla "por una actividad más inclusiva y moderna socialmente como es la filosofía". El propio McLelland considera que "si un adolescente que se encuentra en una fase complicada de su desarrollo estudia religión, puede verse coaccionado durante toda su vida", por lo que cree que estos manuales servirán para "impedir que los jóvenes se vean influenciados por una religión creada para manipular".
La actual legislación escocesa establece que los colegios tienen que impartir esta asignatura. Hecho que no comparte el responsable de la sociedad humanista escocesa: "En Escocia hay dos tercios de jóvenes no religiosos que también tienen derecho de no cursar religión en el colegio. La religión no se debe imponer".