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domingo, 4 de septiembre de 2016

Con la venia: Manifestación de fe


Mucho se está debatiendo en la Córdoba cofrade sobre el proyecto de traslado de carrera oficial. No es mi intención hacer un pormenorizado articulo con un razonamiento a favor, o en contra, de la nueva ubicación de la carrera oficial, ni valoraré los beneficios pecuniarios que pueden obtener las cofradías con el aumento de sillas, o el esperado incremento turístico; ni siquiera valoraré la ganancia, para el espectador, de las retransmisiones televisivas al cambiarse el entorno. Francamente porque me importa muy poco esos beneficios pecuniarios, sabemos que el dinero es muy necesario para el sostenimiento de la Semana Santa pero personalmente huyo de todo aquello que suene a comercialización, o privatización de Nuestra Semana Mayor. Tampoco encuentro la seducción en el hecho de que la Semana Santa sea un reclamo turístico. Para mi el turismo termina bastardeando las tradiciones, acomodándolas y pervirtiendolas. Así podríamos añadir varias valoraciones como las señaladas y otras que no debieran ser parte fundamental a la hora de tomar una decisión que será un antes y un después.

Qué es entonces lo que debe primar a la hora de tomar ésa decisión. Creo que es muy simple, la Carrera Oficial debe significar el mejor de los caminos posibles a la hora de realizar una Manifestación y exaltación de la Fe. Cualquier otro argumentario debe quedar supeditado a esta cuestión. Esta es la esencia de lo que debe entenderse por Semana Santa. Como andaluces después de la Eucaristía, esa forma de religiosidad popular es la nuestra y muy intima manera de mostrar, nada menos, que nuestro amor a Dios, y a su Santísima Madre.

Hoy más que nunca esa Manifestación de Fe está amenazada de distintas maneras y por diferentes actores, por la sencilla razón que al cristiano y su Mensaje, su Evangelio, se le margina e incluso se le persigue. Cuando en la calle decenas, cientos , miles de penitentes, hermanos, cofrades se embarcan en un recorrido escoltando unos titulares de distintas hermandades, advocaciones de un Solo Dios, están lanzando un mensaje. Nuestra Fe en Cristo Resucitado. Sin embargo vivimos en un periodo histórico en que ese mensaje molesta, y en el que se pretende subordinar lo cristiano a lo mundano, por éllo debemos estar muy vigilantes a la hora de distinguir qué nos mueve, y qué es lo que queremos mostrar. La espectacularización de la Semana Santa, hacer de élla otro entretenimiento mainstream sólo puede significar su vulgarización y su muerte. Tengamos cuidado

Seguirá...


Gabriel Lozano





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