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martes, 6 de septiembre de 2016

El Caído convocará un inminente Cabildo para restaurar a sus Titulares


Guillermo Rodríguez. El pasado 6 de junio, Nuestro Padre Jesús Caído y Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad fueron retirados del culto en su capilla para ser sometidos a un estudio sobre su estado, “dado que el paso del tiempo afecta a la encarnadura con la aparición de pequeñas grietas o suciedad”, tal y como especificó la corporación del Jueves Santo a través de su página web. Un estudio dirigido por el restaurador Enrique Ortega, gerente de REGESPA que también analizó “el interior de las efigies, buscando cualquier anormalidad que pueda subsanarse a la mayor brevedad, empleando para ello modernos métodos de radiodiagnóstico y de restauración”. Tal y como informó la hermandad, “los titulares serán trasladados al taller y, una vez analizados, se emitirá un informe en el que se señalarán las intervenciones, si fueran necesarias, y que sería estudiado por la hermandad para actuar al respecto”.

La semana pasada la junta de gobierno de la cofradía de San Cayetano recibió de boca del propio Enrique Ortega, los resultados del informe en una charla en la que especificó “los trabajos que son necesarios realizar y entregó un amplio dossier que contiene los resultados de las distintas pruebas radiológicas, fotográficas, microscópicas y químicas que se han realizado”. 

Tal y como explica detalladamente la hermandad a través de su página web, “Jesús Caído necesita de una restauración de su policromía que le retire capas de suciedad y de policromías del siglo XX para descubrir las más antiguas y de mejor calidad, que se encuentran en buen estado; de hecho el rostro de la imagen conserva la policromía original. Además, se restaurarían ensambles interiores y piezas afectadas por el movimiento mediante la sustitución o uso de resinas. La restauración no modificaría los rasgos de la imagen y se la dejaría en un buen estado de conservación. Los daños observados no son de gran importancia y se cree que en unos cinco meses estaría terminada la intervención.

Respecto a la efigie de Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad, los trabajos se centrarían en aspectos internos, como la reparación de ensambles, sobre todo en la mascarilla y de otras grietas en zonas no visibles. Se llevaría a cabo una consolidación de la estructura y limpieza de la policromía, aunque, en este caso, los restauradores no consideran viable descubrir policromías anteriores por el riesgo de que no estuvieran completas. Esta intervención tampoco modificaría el aspecto de la imagen y tendría un plazo de ejecución cercano a los tres meses”.

En las próximas semanas, la junta de gobierno del Caído, tras haber aprobado la intervención, convocará a sus hermanos para que se pronuncien acerca de la conveniencia de acometer los necesarios trabajos de restauración para que ambas imágenes recuperen su estado original, que en eso consiste una restauración, para que luzcan en todo su esplendor para satisfacción de sus hermanos y de toda la Córdoba Cofrade.

Foto Hermandad del Caído




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