Eva Martín. Sevilla se inundó de blanco inmaculado el pasado sábado por obra y gracia de la indiscutible dulzura de María Santísima del Porvenir La Blanca Reina de Illanes peregrinó acompañada de una multitud inmensa hasta la Santa Iglesia Catedral, donde será coronada el próximo sábado, en un acontecimiento histórico que marcará el devenir futuro de la Corporación del Domingo de Ramos. Allí estuvo nuestro compañero Benito Álvarez para atestiguar con su mirada, el prólogo de un acontecimiento irrepetible.