En este artículo voy a hablar sobre las bandas que pertenecen a hermandades, cofradías o asociaciones. Bandas dirigidas de una forma muy peculiar, con distintos acuerdos tanto en lo económico, organización, normas internas, etc. Para este artículo me he basado en mis experiencias e información que he podido recabar, excluyendo las grandes formaciones musicales.
Comencemos por el principio. ¿Por qué decide una hermandad formar una banda?. Algunas intenta hacer creer que es algo así como una acción social y para los niños del barrio pero no es verdad. La banda es una inversión a corto/medio plazo, de hecho, hay hermandades que obligan al músico a ser hermano de la hermandad para poder tocar en la banda y como no, pagando la respectiva cuota. Además, se ahorran dinero en contratación y si todo sale bien tendrán beneficios. En el momento que la hermandad tiene perdidas, deshacen la banda y fuera, sin más miramientos.
Hay otros casos. Recuerdo hace muchos años el casos de alguna que otra asociación aspirante a ser hermandad, que sin tener si quiera la talla de su titular crearon una banda. El fin de esta no era más que recaudar fondos para el desarrollo de la asociación, lo hacían invirtiendo lo minino, aprovechando a algún que otro músico revotado de otra formación y la afición y ganas de niños a este tipo de formaciones musicales. La forma de dirigirla era bien simple, no había junta ni director. En la banda tomaban las decisiones un grupo de dos o tres personas de la asociación y uno de ellos era el que mandaba en la banda. Estos hacían y deshacían a su antojo. En lo económico recuerdo casos como que, cuando algún músico informaba a la asociación de la necesidad de renovar un uniforme o comprara un nuevo instrumento, te decian que hasta que la asociación no recuperara lo invertido no podían comprar cosas y oye, pasaban cuatro o cinco años y la banda seguía teniendo deudas.
La banda de hermandad/asociación tiene "la suerte" sobre todo para sus inicios, de contar con un apoyo humano y quizás un "lugar digno" de ensayo ya sea en un local de la propia hermandad o buscada por estos, pero lo pongo entre comillas por que hay bandas que están tiradas literalmente en la calle y con muchos problemas para realizar su actividad.
Vamos a trasladar todo esto a la actualidad de las bandas de hermandades. Hay distintos casos de organización y dirección de banda de hermandad, yo diría que casi cada una tiene sus acuerdos únicos con su hermandad. Cuando una banda es, a todos los efectos de hermandad es tratada como una parcela más de la misma. Todas las decisiones pasan por una comisión banda la cual está formada por mayoría de personas de la hermandad. Esto no es un problema salvo que hay quienes se ponen a decidir cosas cuando no tiene la más mínima idea de como funciona una banda.
Económicamente suele haber muchos problemas ya que todo lo que recauda la banda en las actuaciones entra en la hermandad. Cuando se necesita una inversión económica en la banda se tiene que aprobar en los presupuestos de un año para otro y esto en una banda puede pasar, por ejemplo, que si hay nuevos componentes y tienen que esperar un año para adquirir un instrumento, lo más normal es que se vayan a otra formación.
Esta comisión banda negocia los contratos y decide cuando y donde la banda actuará. Esto siginifica que, aún la banda no estando preparada musicalmente puede ser "obligada" a actuar, como es normal si la banda no sale, la hermandad no recauda. Hay bandas que en esta comisión puede tener uno o dos miembros de la banda que, harían el trabajo de director/es. Por lo que he podido saber y vivir, estas personas al final lo único que hacen es estar al tanto de las faltas y comportamiento de los componentes ya que, como he dicho anterioormente, la comisión banda formada en su mayoría por hermanos de la hermandad son los que van a decidir todo lo que concierne a la banda.
En lo musical, aunque siempre muestran predisposición por dejar trabajar a la dirección musical, no dudan en entrometerse en ella, hasta tal punto de hacer y deshacer a su antojo y sin importar nada la opinión de los músicos. Con todo esto, llegas a un punto en el que te das cuenta, de que en las bandas de hermandad, los músicos son nada más que músicos, no tienen voz ni voto, no tienen la opción de opinar donde salir, que marchas montar, que director quieren tener etc. Los músicos de estas bandas (máxime cuando no son remunerados) no son más que piezas de un engranaje que sirve para recaudar dinero para la hermandad y de paso difundir su nombre. Cuestión que por cierto, ha llevado a más de una banda a pasar graves crisis, llegando a desaparición.
Alfonso García