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lunes, 19 de septiembre de 2016

Un escapulario bordado en oro para la Virgen de la Merced


Guillermo Rodríguez. El patrimonio de nuestras hermandades, entre los que se integra el ajuar de sus dolorosas, se alimenta con cierta frecuencia de regalos y donaciones que provienen del esfuerzo individual o colectivo de aportantes anónimos o de grupos organizados que desean concretar su sincero amor a la imagen a la que profesan su devoción a través de un presente, en ocasiones humilde y en otras cargadas de gran valor artístico, pero que en un caso y en otro contienen un valor sentimental que trasciende con creces cualquier otra cualidad derivada.

Es lo mismo que ocurre con los regalos que un hijo hace a su madre, que más allá de su cuantificación material, representan la ejemplificación de la eterna vinculación que existe entre madres e hijos. Como los miembros de la Juventud Mercedaria, probablemente uno de los grupos jóvenes más activos de cuantos componen la Córdoba Cofrade, como demuestra el hecho de convertirse en protagonistas de nuestra sección de Solidaridad con una frecuencia que para sí querrían muchos de sus mayores, merced a las numerosas campañas e iniciativas que desarrollan a lo largo del año, y que en esta ocasión ocupan un lugar preferente de la información cofrade por un hermoso regalo que han a ofrecer a su Madre, Santa María de la Merced.


Un presente con motivo del XL aniversario de su bendición y por la celebración del año que la Orden Mercedaria le está dedicando dentro del triduo preparatorio del Gran Jubileo de 2018. Así, la Juventud Mercedaria, junto con la ayuda de un grupo de donantes, y gracias al esfuerzo realizado “desde hace varios meses”, ha querido “dotar a su Titular de un escapulario o tabla bordada, que está siendo realizado en los talleres del vestidor y hermano de la Cofradía Antonio Villar, sobre tisú de plata, usando unos magníficos bordados de una antigua casulla francesa del siglo XIX”. Un regalo que materializará la ilusión de los jóvenes mercedarios de “ver a la Madre Mercedaria luciendo su nuevo escapulario bordado en oro, el mismo que le entregó a San Pedro Nolasco como símbolo de protección”.

Está previsto que la pieza será estrenada por la Santísima Virgen durante el triduo en su honor que dará comienzo el próximo miércoles. Un ciclo que se prolongará hasta el día 23 y que estará presidido, en esta ocasión tan especial derivada de la celebración de su aniversario, por Fray Ricardo de Córdoba, vestidor honorario perpetuo de la Hermandad. El día 24 tendrá lugar la función solemne que dirigirá D. Francisco Javier Moreno Pozo, Párroco de San Antonio de Padua y Director Espiritual de la Hermandad. El mismo día 24, la Virgen de la Merced estará expuesta en Devoto Besamanos, con motivo de su onomástica.

Cabe recordar que a las 0:00 horas del día de la Merced, cuando la jornada comienza, volverá a repetirse la hermosa y tradicional ofrenda de la Banda Coronación de Espinas a su Madre en forma de pasacalles, en otro de los emotivos momentos que preñan el mes de septiembre, su mes de septiembre, al término del cual tendrá lugar la Felicitación a la Santísima Virgen a cargo igualmente de Fray Ricardo de Córdoba.


Fotos Antonio Poyato y Hermandad de la Merced


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