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viernes, 28 de octubre de 2016

Cumpliendo años junto a ''Curro''


Gabriel León. Así es como se podría titular este artículo sobre el capataz de mayor repercusión de la Semana Santa de Córdoba, el más mediático si se quiere, sin el término implique menoscabo, más bien al contrario por la indiscutible trascendencia que ha adquirido a lo largo de los años, con el que muchos hemos trabajado, otros trabajan en la actualidad y las nuevas oleadas trabajarán en el futuro. Un capataz al que veremos dirigir en apenas unos días el elegante caminar de la Virgen del Amparo por las calles de la ciudad.

Tras su nombramiento el pasado mes de junio como máximo responsable del paso de palio de la Hermandad de la Santa Faz, Luis Miguel Carrión Huertas ''Curro'' mandará la próxima Semana Santa la nada despreciable cifra de diez pasos, en algunos de ellos habiendo superado las dos décadas de permanencia -se dice pronto-. Sepulcro, Cristo de Gracia, Candelaria, Amarrado, Gracia y Amparo, Perdón, Rocío y Lágrimas, Virgen del Amor, Desconsuelo y ahora Trinidad. Un currículum envidiable al que habría que añadir otros pasos que también ha guiado su mano experta, Sentencia, Císter o Gitano, entre otros. 

De su cuna ha salido una amplia remesa de jóvenes capataces, en los cuales ha inculcado su sapiencia y maneras de concebir el trabajo de costalero. Nombres y hombres como Juan Horacio de la Rosa, Jesús Ortigosa Brun, Federico Jiménez Reloba, Enrique Garrido, Pachi Giraldo, Javier Pérez o David Arce son algunos de los capataces que han bebido de su fuente inagotable.

Sin lugar a dudas es un capataz de sobresaliente trayectoria, venerado por sus costaleros, en continúa renovación, de ideas claras y fijas, una figura de la que aprender en cuanto por su  maneras de trabajar. Un cofrade con mayúsculas que el pasado año sumó un nuevo reconocimiento a añadir a su impecable trayectoria, el galardón de Cofrade Ejemplar, un premio merecido para una vida de dedicación a la Semana Santa cordobesa.

A un servidor, como costalero, le queda poco por añadir porque no son las palabras sino los hechos los que configuran la trayectoria de un capataz. Hay que quedarse con lo cualitativo de su enseñanza, cerrar los ojos y dejarse guiar, saber escuchar y ser humildes... ''siempre de frente, valientes''... ''las calles malas, hacen buenos a los costaleros''... ''dale paso a la trasera''... y que la Córdoba Cofrade siga cumpliendo años junto a inagotable sabiduría de Curro.




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