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jueves, 27 de octubre de 2016

Nuestra Señora de la Salud y Traspaso presidirá su parroquia durante el mes de noviembre


Julia Nieto. Con el comienzo del mes de los difuntos a la vuelta de la esquina y el ocaso de octubre, que tantos actos y momentos cargados de emoción nos ha brindado, la agenda cofrade vuelve a estar repleta en el nuevo mes que nos espera y así esta planteado para la Pro-Hermandad del Traslado al Sepulcro.

El viernes 28 de Octubre está prevista la asistencia a la Vigilia de la Luz que se iniciará a las 20 horas. El Sábado 29 de Octubre, tendrá lugar la participación de la pro-hermandad como delegada de la Parroquia de la Consolación en la asamblea general de Manos Unidas de Córdoba, celebrada en la misma parroquia. Unos días más tarde, el Miércoles 2 de Noviembre, se celebrará de una Misa por los difuntos a las 20:15.

El Domingo 6 de Noviembre Nuestra Señora de Salud y Traspaso será expuesta en Solemne Besamanos para recibir la veneración de los fieles. Una semana más tarde la pro-hermandad celebrará un retiro espiritual de 9 a 18 horas en el que se reflexionará sobre al misterio del Traslado al Sepulcro. Finalmente, el sábado 26 de Noviembre tendrá lugar el Rosario Vespertino de Adviento. Cabe destacar que de manera simbólica, Nuestra Señora de la Salud y Traspaso presidirá el altar de su parroquia durante todo el mes de noviembre.

Nuestra Señora de la Salud y Traspaso es una talla realizada por el escultor cordobés José Antonio Cabello en el año 2007, según el modelo del busto en terracota que realizara en el mes de mayo de aquel mismo año y que enamoró a los miembros del grupo que dio origen a la Pro-hermandad desde el primer momento ya que, en su mirada, quedaba perfectamente reflejada la escena que acontecía a su alrededor: el traslado hacia la sepultura del cuerpo exánime de su Hijo.

Está realizada en madera de cedro real, mide 168 cm y se trata de una imagen de candelero. Presenta tallado su pelo ensortijado, a modo de una bella mujer andaluza de tiempos pretéritos, el cual se encuentra parcialmente recogido en la parte posterior por una delicada peineta estofada en oro. Sus ojos poseen pestañas de pelo natural que resaltan ese color único que su autor quiso regalarle. De tan bellos ojos manan cinco lágrimas de cristal, tres en su mejilla izquierda y dos en la derecha.

Su boca está entreabierta dejando ver parte de la dentadura con el fin de dar un mayor realismo a la imagen y su cuello presenta un suave modelado que termina con unos pequeños pliegues hacia el lado que tiene girado el rostro. En las palmas de las manos, los surcos toman la forma del anagrama de María.

La imagen fue realizada según el modelo del misterio que, si Dios quiere, algún día su autor irá completando y es un referente en la obra de este joven escultor cordobés por la perfecta expresión contenida de dolor, su mirada que llega al alma y una serena hermosura que plasmó, sin duda, guiado por las manos del Creador.

Foto Antonio Poyato



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