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sábado, 22 de octubre de 2016

Sin ánimo de ofender: Internet y las cofradías


Actualmente, no tendría sentido alguno negar los enormes progresos que una buena parte de nuestras cofradías – sino todas – han ido haciendo en los últimos tiempos. Para hacerse una idea de esa evolución basta con consultar cualquier material de los muchos que internet ofrece: fotografías, vídeos y todo tipo de documentos se mantienen a disposición del interesado, como el testimonio constante que permite comprobar los grandes cambios que la ciudad califal ha visto producirse en breves períodos de tiempo, como en el caso de la Virgen del Rocío y Lágrimas, a la que vimos cobijarse bajo las características bambalinas de terciopelo verde – tan añoradas por algunos – para pasar a hacerlo en 2011 bajo las rojas de cajón hasta que, esta pasada Semana Santa, estrenaba el anunciado palio del granadino Álvaro Abril Vela, aún sin concluir.

De igual forma, y retrocediendo algo más en el tiempo, a día de hoy sigue siendo posible ver a Nuestro Padre Jesús de las Penas recorrer las calles cordobesas en la soledad que su antiguo paso le otorgaba, en el que iba custodiado tan solo por los dos famosos ángeles. 

Son estas tan solo un par de pruebas sobre la trascendencia y la gran influencia que internet ejerce en el día a día de las hermandades. Convertido en una herramienta indispensable en la que si no estás no existes, los distintos medios que este ofrece – ya sea para publicar vídeos, imágenes, documentos, comunicados, etc. – han hecho posible un seguimiento perpetuo, de información instantánea durante prácticamente las 24 horas del día. De este modo, el mundo cofrade ha conseguido estar al tanto de cuanto ocurre en el seno de las distintas corporaciones, dejando atrás los tiempos en los que la repercusión de cualquier noticia era notablemente menor, limitándose a aisladas publicaciones de prensa y a la tradicional rumorología.

No obstante, aunque no es ninguna novedad y a pesar de sus infinitas ventajas – sin las que muchos ya no sabrían vivir – internet no deja de ser un arma de doble filo que no siempre se usa correctamente, lo que en numerosas ocasiones da lugar a manifestaciones desacertadas y desencuentros resumidos en enemistades públicas que no hacen sino robar protagonismo a lo realmente importante, desvirtuando la imagen de lo que realmente es o al menos debería ser.

Por otra parte y al margen de las ya imprescindibles redes sociales de las que tanto uso hacen las hermandades, tampoco sería inteligente olvidar las páginas oficiales de las mismas, muy a la sombra de las primeras y sin embargo con cuantiosos datos de interés a menudo ignorados. En un contexto informatizado hasta el extremo y con el uso apropiado, tanto por los administradores como por los usuarios, estas podrían ser el escaparate idóneo para facilitar informaciones y archivos de rigor y con ello proyectar una imagen adecuada que refleje el pasado, presente y futuro de las cofradías.

Teniendo en cuenta los tiempos en los que vivimos, no deja de ser un desatino que a día de hoy siga habiendo corporaciones que no se planteen la posibilidad de crear una página oficial. Tampoco que algunas de las que sí se han tomado esa molestia – o lo hayan intentado – hayan dejado en muchos casos sus respectivas páginas a medio construir, con escuetos datos, enlaces que no conducen a ninguna parte o imágenes borradas cuyos pie de foto no han corrido la misma suerte.

Estos son evidentemente detalles que repercuten en la imagen de una hermandad, una imagen que se nutre de múltiples factores de los que no es conveniente obviar ninguno y mucho menos dejarlos inconclusos o abandonados, transmitiendo una desfavorable sensación de desidia y desinterés y con ello negando el incuestionable peso del que goza la informática y todo lo que esta entraña en la actualidad.


Esther Mª Ojeda





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