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miércoles, 30 de noviembre de 2016

La nueva Carrera Oficial podría suponer un problema para capataces y costaleros


Guillermo Rodríguez. Puerta del Puente, Torrijos, Cardenal Herrero, Puerta del Perdón, Patio de los Naranjos, interior de la Catedral, nuevamente Patio de los Naranjos, Puerta de Santa Catalina y Magistral González Francés. En total 620 metros frente a los 360 de la actual Carrera Oficial, que algunos dan ya por amortizada, que comienza en Claudio Marcelo y finaliza en la plaza de las Tendillas, lo que se traduce en una estimación de 60 minutos desde que la cruz de guía entre en el palquillo de la Puerta del Puente hasta que abandone el itinerario común en el de salida, frente a los actuales 35.

Es decir la nueva Carrera Oficial sería aproximadamente un 75% más larga que la actual que es, con las salvedades de la propia idiosincrasia de cada cofradía, lo que cada una tardaría en pasar por un punto, según la previsión de la propia Agrupación de Cofradías, pese a que esta cuestión sea una de las que está sometida a los ajustes que se estimen precisos para que proyecto llegue a buen puerto. Sea como fuere, con ese el recorrido definitivo la distancia estaría prefijada y el tiempo de paso no variaría significativamente de estas cifras, lo que introduce una serie de elementos adicionales que tendrán que ser sometidos a consideración tal y como algún capataz de la ciudad ya se ha encargado de poner de manifiesto.

A priori, está previsto que el recorrido oficial quede completamente cerrado, salvo para residentes y espectadores que deseen acceder a sillas y palcos. Si sumamos este dato a que en la actual Carrera Oficial no se permiten los relevos de costaleros, el nuevo itinerario común podría suponer un importante perjuicio para las cuadrillas al tiempo que un auténtico quebradero de cabeza para más de un capataz, obligado a lidiar además de con el importante aumento de tiempo de estancia en la calle, a consecuencia del incremento de distancia, con un problema logístico que ya está siendo objeto de debate entre capataces y costaleros. Las posibles soluciones son diversas si bien será imprescindible la adopción de alguna de las alternativas.

Una de las opciones podría consistir en implementar un lugar específico para realizar los pertinentes relevos, circunstancia que entraña más dificultades de las aparentes. El lugar natural sería el Patio de los Naranjos o la calle Magistral González Francés, pero la existencia de cámaras de televisión unido a la demora de tiempo que ello implicaría complica el asunto más allá de lo que algunos podrían presumir. En cualquiera de los casos sería imprescindible habilitar una vía de acceso para los costaleros que se incorporen y de salida para los que son relevados, lo que supone un problema añadido. Una solución en este sentido sería permitir que los costaleros de relevo marcharan tras los pasos durante toda la Carrera Oficial con la influencia estética que de ello se derivaría, amén del espacio ocupado que, en el caso de cuadrillas muy amplias, podría incluso repercutir en la longitud de la cofradía y por ende en el tiempo de paso.

Cabe destacar que ciertas voces abogan por esta opción en la medida en que buena parte de los costaleros ostentan la condición de hermano y "negar el acceso a quienes estuvieran fuera del paso durante el itinerario común, les privaría del derecho a hacer Estación de Penitencia ante el Santísimo". Sea como fuere, lo que parece meridianamente claro es que será precisa la adopción de alguna solución alternativa a impedir relevos durante todo el itinerario común, lo que podría implicar un serio riesgo para la integridad de unas cuadrillas que recordemos, en muchos casos están formadas por hombres -de edades tempranas en ocasiones- que multiplican su presencia bajo un paso por dos, por tres y en ocasiones por más días a lo largo de nuestra Semana Santa. Un asunto más que habrá que dilucidar con vistas a que la nueva Carrera Oficial pueda hacerse realidad la próxima Luna de Nisan.







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