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viernes, 9 de diciembre de 2016

El Besamanos de Madre de Dios de la Palma en la mirada de Benito Álvarez


Carlos Gómez. Como si de las cuentas de un rosario de pureza se tratase, nuestro compañero Benito Álvarez fue peregrinando por distintos rincones de Sevilla para recoger su testimonio gráfico de una de las celebraciones más arraigadas en las entrañas de la ciudad de Sevilla. Como la Parroquia de San Pedro, donde la Hermandad del Cristo de Burgos consagra en honor de su Titular Madre de Dios de la Palma su tradicional besamanos para que recoja el amor de los devotos que acuden a besar su mano.

La talla de la Dolorosa, Madre de Dios de la Palma, es del año 1884, y corresponde al mismo autor que ejecutó la gran intervención del Crucificado del Cristo de Burgos, como así mismo es el autor de las otras figuras del misterio que procesionaba al pie de la imagen del Cristo, San Juan y María Magdalena. 

Manuel Gutiérrez Reyes-Cabo nació en Sevilla en 1845, falleciendo en 1915, dejando una prolífica obra, sobre todo en la segunda mitad del siglo XIX. Su formación le vino directamente de su padre, Manuel Gutiérrez Cano, trabajo que compartía con su labor como maestro de dibujo y modelado en la Sociedad de Emulación y Fomento y en la Sociedad Económica Sevillana de Amigos del País.

Sus trabajos sobre todo se centraron en la imaginería religiosa, destacando en la realización en madera policromada, restauración de esculturas y talla de pasos procesionales, llegando a pertenecer a varias cofradías y ejerciendo cargos en sus juntas de gobierno. En Madre de Dios de la Palma, su autor, que consolidó una producción de irregular factura en su conjunto, sí alcanzó la máxima inspiración y, probablemente, culminó lo mejor y más profunda intensidad y calidad artística.







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