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martes, 6 de diciembre de 2016

El Rincón de Costal Hero: Mantos, bandas y una obra maestra


¡Tos por igual valientes! ¡A esta es!

¡No veas, mi arma, qué pechá de reír con el tráiler del libro del Capitán Adobo! Se lo pasé el otro día al jefe de esta casa y nos estuvimos carcajeando un rato. No me importaría ser el alter ego del héroe y pelear contra los villanos que quieren acabar con la Semana Santa de Sevilla. Aunque yo buscaría en casa antes de buscar enemigos fuera. Entre los dirigentes y parte de la prensa morada por ejemplo. El otro día mismo, uno de los que escriben en "periódicos serios" daba como noticia que cierta hermandad tenía previsto estrenar un manto en poco más de año y medio y resulta que cuando uno se pone a preguntar entre los hermanos, no tienen dinero ni para comprar polvorones; incluso hay quien asegura que han tenido que pedir un préstamo para pagar a la banda… como para meterse en mantos anda la cosa… como no se lo pidan a los reyes… a los magos porque los otros tampoco es que estén para cohetes…

Porque el asunto bandas sí que da juego, mi arma… más que un cartucho de pescaíto y una cruzcampo. Y es que hay tantos que se empeñan en atribuirse el sonido Sevilla… Unos bajo la corona que un día llevaron sobre los tricornios y otros en la otra orilla del río que es el único grande de verdad. El sonido Sevilla es el de Santa María Magdalena y Estrella de Dos Hermanas, que siempre sonaron a Sevilla de verdad y no a José Mercé con redoble y bordonera. Las cornetas son malagueñas le duela a quien le duela, el flamenkito de los Chichos, y los excesos del Vaquilla… “Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar” dice el sabio refrán... Yo estaría muy preocupado por lo que ha de calmar la Sed el próximo Miércoles Santo. Ya dieron una lección a todos los demás en la magna que se vivió en Córdoba hace ya unos añitos. Como otro dirigente se líe la manta a la cabeza y le dé por buscar una Agrupación por Linares, igual hay quien termina de caerse del trono al que se aferran como un gorrilla a la esquina desde la que asusta al “cliente”.

Me duelen las manos de aplaudir, en sentido figurado, desde que el sábado fui a ver al Cristo de la Púrpura. Una maravilla, oiga, en todos los sentidos. Una talla magnífica, una obra maestra, dotada de una unción sagrada de la que tendrían que aprender otros imagineros más preocupados en realizar un tratado práctico de anatomía que en tallar al Hijo de Dios. Una imagen devocional tiene que transmitir lo que debe y alimentar el alma. Para ver músculos ya están las celebraciones de los goles del portugués que parece salido directamente del taller de alguno que yo se me y que prefiero no nombrar. Navarro Arteaga se ha atrevido con una obra arriesgada y la ha afrontado con un rotundo éxito. Ya se sabe que quien no se arriesga no falla pero sólo los que arriesgan están llamados a marcar época. Y él avanza con paso firme por el camino de la inmortalidad. Y bravo por la hermandad por dotar al acto de todos los avíos que merece un elemento patrimonial como este. Ahora sólo resta ver si son capaces de darle su sitio en la hermandad y por qué no en la cofradía. Como les he dicho la historia está hecha para los valientes.

¡Ahí queó!

Costal Hero



Foto Fran Granado






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