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viernes, 2 de diciembre de 2016

En mi Huerto de los olivos: Recuerdos


Mañana harán dos años, día de mi onomástica, cuando en una cita preparada por Manuel Cejudo y Juanma Pérez, me convocaron a una reunión para que les informara sobre un asunto profesional que yo llevaba por aquel entonces. Así me citaron en un bar de nuestra ciudad a las 21’00h. Allí llegué yo minutos antes y sentado en una de las mesas de dicho bar, vi como por una cristalera del aquel bar, como se acercaban los dos instigadores, de aquella actuación que iban a interpretar.

Se acercaron y me levanté a saludarlos, besos y abrazos como solemos hacer al vernos después de un tiempo sin encontrarnos. Se sentaron en torno aquella mesa y al comenzar nuestra conversación, me dijeron que no querían hablar de aquel negocio, sino que me proponían como Pregonero del Costalero de la Ciudad de Córdoba para el año 2015.

Mi primera reacción fue de sorpresa y de emoción al mismo tiempo. Un cosquilleo me recorrió todo mi cuerpo, ante tanta responsabilidad de expresar con mis palabras lo que para mí fue ser costalero. Aquella comisión encargada de darme esa oportunidad, a la cual siempre estaré agradecido, sólo tuvo buenos momentos hacia mi persona y mis hijos. Es por lo cual, que estuve tan a gusto con ellos que decidí formar parte de dicha comisión y trabajar junto a ellos por seguir con esta bonita iniciativa del mundo del costalero y del martillo. Desde estas humildes palabras desde hace ya dos años sólo puedo daros las gracias una y miles de veces, por vuestras muestras de cariño y de verdadera amistad. Gracias.

El sábado pasado tuve el honor y orgullo de ser el moderador de una mesa redonda de capataces en el local de la hermandad del Gran Poder de Andújar. Gracias a los que me escogieron para ese acto, en especial a ti Rafael Mondéjar y a la Junta de Gobierno de dicha hermandad encabezada por su Hermano Mayor. Después el rato tan agradable que pude compartir con todos los asistentes y en especial a la terna de capataces que se sentaron tanto a mi derecha como izquierda. A la derecha D. Miguel García Almagro, y a la izquierda D. Juan Berrocal Peligros y un poco más D. Dionisio Martínez Molina. Estuvimos en torno a las dos horas y pico, en un ambiente muy cómodo entre estos señores del mundo del martillo. A mis preguntas, ellos contestaron cada uno, a las que allí les expuse. Unas preguntas fueron más cómodas y otras, no. Era lógico, como está el mundo del costal y el martillo en los últimos años, y más que necesario exponer las distintas interpretaciones a los temas candentes de la actualidad.

Preguntas como:

- ¿Qué opinaban en la manera de tocar los martillos? Tres capataces y formas distintas de tocar los llamadores.

- Cómo veían a las cuadrillas de costaleros que presionan a las Juntas de Gobierno y ponen y quitan en función de su interés.

- ¿Qué pensaban de las cuadrillas mixtas?

- Costaleros de devoción o afición, esta dio para mucho. 

- O los estilos de andar de frente sobre los pies o con los cambios o coreografías cómo les indiqué yo.

Estas fueron algunas de las preguntas que les formulé allí a los ponentes. Y la verdad, tres capataces y tres estilos marcados por cada uno en su forma y estilo. D. Miguel claramente más de bulla y alegría, D. Juan muy concienciado con los pasos que llevaba y lleva y D. Dionisio mucho más serio en formas y argumentos. Me costó sacarle alguna sonrisa pero se consiguió. Pero los tres coincidieron en algo muy importante, hoy en día, un poco olvidado. Que los costaleros y ellos son necesarios, pero lo importante iba arriba de los pasos. Y quisieron dejar muy claro que el mundo de abajo es algo impresionante, pero que se debería cuidar mucho en formas, respeto, uniformidad, solidaridad, conjunción, porque lo importante no es ni uno, ni dos, ni tres costaleros, lo importante es que la cuadrilla esté a una y sean un verdadero equipo a la hora de levantar, caminar y ayudar al compañero en los momentos difíciles que hay debajo de los pasos. Y algo que si echaban de menos es la humildad que había antes en los costaleros más viejos a las nuevas hornadas de costaleros más noveles que están entrando en los pasos en estos tiempos que vivimos ahora. 

Después la copa que dio la Junta de Gobierno, hizo que todos habláramos con todos, y cada uno expresara sus inquietudes, razonamientos y dudas. Una jornada inolvidable y a la cual doy las gracias a todos los que hicieron posible dicha jornada. Gracias.

Bueno y volviendo a nuestra realidad, pues parece ser que se están cerrando los días poco a poco y muchas hermandades tienen ya casi atados sus itinerarios y se van viendo recorridos que pueden hacer historia. Lo mejor de todo es la voluntad de todos, por llegar a un buen entendimiento para todos, que no ha sido fácil, por supuesto. Es lógico que cada uno vele por sus cortejos llenos de nazarenos, que son muy importantes. Enhorabuena a todas las partes.

Me voy esta semana, espero que sean felices y lo sigan extrapolando. Ayer jueves estuve en una convención y uno de los ponentes nos dejó, a los allí asistentes, unos consejos que creo que a todos nos iría mucho mejor. Lleven una sonrisa siempre en la cara, les facilitará mucho sus asuntos y algo más importante aún, ayuden a alguien cada día y nos irá mucho mejor a todos.


Pachi Giraldo



Pd.- El pasado lunes me enteré de la muerte de un amigo. El padre de otro gran amigo. D. José Antonio Pérez de la Torre, D.E.P. Tú Señor de la Agonía te quiere a su lado y te llamó para que lo acompañes. 


Fotos Álvaro Córdoba



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