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jueves, 22 de diciembre de 2016

La Hermandad de Valme aprueba la salida extraordinaria de febrero


Carlos Gómez. La Hermandad de la Virgen de Valme aprobó en el Cabildo Extraordinario convocado este miércoles 21 de diciembre que, con motivo de la clausura de la Misión Popular de la parroquia de Santa María Magdalena, en cuya capilla recibe culto, protagonice un rosario extraordinario. La idea que se baraja y que fue sometida al máximo órgano de decisión de la hermandad, es que Nuestra Señora de Valme presida el rosario vespertino por las calles de la feligresía como culminación de la Semana de Misión Popular, que se desarrollará el próximo 25 de febrero.

La Virgen de Valme es una advocación mariana que se venera en la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena (Dos Hermanas, Sevilla). La Romería de Valme es la romería que se realiza en su honor es una de las más importantes de Andalucia. La Romería de Valme está considerada una de las más concurridas y populares de Andalucía tras las romerías del Rocío y la de Nuestra Señora de la Cabeza, porque se calcula que cada año asisten a la romería unas 400.000 personas venidas de todos los lugares de Andalucía, cuenta con el apoyo directo de 1.800 hermanos que se encargan de los preparativos de la celebración anual. Pero la romería es solo el emotivo culmen de una semana y media de actos desde el traslado de la Virgen al altar mayor el viernes de la semana anterior a la de la romería, pasando por el pregón en honor a la Señora, el quinario, la función las ofrendas de flores y el solemne besamanos del sábado de vísperas.

Para hablar de la Virgen de Valme debemos remontarnos, según una antigua tradición, al año 1248, fecha en la que el rey Fernando III conquista Sevilla. Tal y como recogen algunos autores en sus obras - entre otros, Diego Ortiz de Zúñiga y Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber)- cuando el Santo Rey comprobó la dificultad de tomar la capital hispalense y el abatimiento de sus tropas invocó, en el Cerro de Cuartos, a una Imagen de la Virgen que llevaba consigo: "¡Váleme, Señora, que si te dignas hacerlo, en este lugar te labraré una capilla, en la que a tus pies depositaré como ofrenda, el pendón que a los enemigos de España y de nuestra Santa Fe conquiste!". La leyenda añade que, entonces, ordenó al maestre Pelay Pérez Correa que clavara su espada en el suelo, brotando al momento un manantial - la "Fuente del Rey" - que sirvió para calmar la sed de los soldados.

Una vez conquistada Sevilla, el monarca cumplió su promesa y construyó una Ermita en el lugar mencionado; en esta colocó la Imagen a la que invocó -sedente y que presenta a Santa María con su Hijo sentado en el lado izquierdo, que bendice con la mano derecha y porta un pajarillo en la izquierda- y la llamó Valme en recuerdo de su súplica. A sus pies colocó el pendón arrebatado a los musulmanes. La Ermita se convirtió pronto en lugar de peregrinaje para campesinos y aldeanos de las zonas más cercanas; sin embargo no hay constancia hasta el siglo XVII de la existencia de una hermandad, establecida en la Capilla para rendir culto a María. 

En aquella época la fiesta de la Virgen se celebraba el segundo día de Pascua de Pentecostés y hasta allí se trasladaban habitantes de toda la comarca. Pero la devoción a María de Valme arraigó en el pueblo de Dos Hermanas, lugar al que pertenecía el Cortijo de Cuartos. Así, la Imagen se llevaba en procesión de rogativas hasta la Iglesia del pueblo para implorar auxilio divino si ocurría alguna catástrofe.

Sin lugar a dudas, el siglo XIX fue el más decisivo para la historia de la Virgen de Valme. En 1800 la Imagen fue trasladada a la parroquia debido a una epidemia de fiebre amarilla. Allí quedó expuesta a la veneración de los fieles de forma estable. Este hecho provocó el abandono de la antigua ermita.

Foto Hermandad de Valme





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