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viernes, 30 de diciembre de 2016

La Misericordia, una Obra Social con mayúsculas


Carlos Gómez. Proliferan en estas fechas navideñas las muestras de solidaridad de las que las diversas hermandades concienciadas con el objetivo de paliar, en la medida de lo posible, las múltiples necesidades de aquellos que carecen de los elementos esenciales para subsistir, en el entorno más cercano o más allá de nuestras fronteras. 

Una de las corporaciones que se viene significando en este ámbito mollar en la naturaleza de las hermandades es la Misericordia, que hace tan sólo unos días fue noticia por cumplir una año más con la hermosa tradición de acudir puntualmente al Convento de Marta para hacer entrega a las hermanas que allí habitan de un donativo con el fin de hacer más llevadera la vida contemplativa que desarrollan. Una ayuda que se repite en otros momentos del año, pero que habida cuenta de la fecha en que esta se produce, adquiere un especial significado. 

Hoy. la acción social de la corporación del Miércoles Santo vuelve a ser objeto del interés informativo, en base a la confirmación de otro compromiso que se reitera año tras año y que acumula en los últimos once años, la nada despreciable cifra de 35.000 euros, destinada a una encomiable labor evangelizadora y asistencial, materializada en la colaboración con la misión que las religiosas Carmelitas del Sagrado Corazón mantienen en Mozambique. En esta ocasión, la cifra donada ha ascendido a 4.500 euros los que se han hecho llegar a estas misioneras, lo que supone un incremento de cien euros con respecto al año pasado, tal y como la propia hermandad ha notificado a través de sus medios oficiales de comunicación.

En la misma comunicación, la corporación especifica que "la aportación de la hermandad se destina fundamentalmente al Centro de Rehabilitación Nutricional, en Namapa (Mozambique), que atiende a niños desnutridos y con SIDA, y a sus madres, proporcionándoles atención sanitaria, una papilla diaria, programas educativos a las madres para que aprendan a alimentar a sus hijos de una forma sana, elaborando papillas suficientemente nutritivas, así como el cultivo de plantas alimenticias que aportan una mejora en su nutrición".

Una maravillosa iniciativa que perdura en el tiempo y que evidencia nuevamente la incalculable labor que el universo cofrade realiza de manera altruista por quienes más lo necesitan, al tiempo que confirma que el verdadero significado de la palabra hermandad trasciende del mero brillo que aflora en la superficie y que en ocasiones parece ser lo único que importa.

Foto Álvaro Córdoba






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