En el norte, aún no siendo vascos, somos jugadores de cartas, la partida al mus o al tute es algo típico de los jubilados tras la comida, o de los universitarios en la cafetería, antes o después se acaba aprendiendo.
Desde mi casa en el frío norte peninsular -que aquí cuando hace frío es como cuando en el sur hace calor, hace- veo a los Hermanos Mayores del Miércoles Santo jugando una de las partidas de mus más interesantes a las que he asistido desde mi época de estudiante. Para los que desconozcan el funcionamiento de este juego de cartas, se podría decir que es similar al poker pero jugando en pareja, y a diversos lances.
Tras diversas reuniones, la jornada del Miércoles Santo cordobés sigue en el aire, el Hermano mayor de las Palmeras ha parecido llevar cartas suficientes para cerrar el reparto y quedarse con el juego y con el 4 puesto en la jornada, pero no se dio cuenta de que es una partida en la que hay que mirar a los demás para saber si llevan mejores cartas que las tuyas y de hecho las llevaban.
Tras diversas reuniones se han ido subiendo las apuestas entre sí para, al final, quedarse en el último puesto de la jornada, con el perjuicio que supone para esta corporación, como se informó en Gente de Paz, el órdago esta lanzado, solo hace falta ver en la próxima reunión de hoy que pasará, si los demás hermanos mayores se achican y aceptan la propuesta de las Palmeras, o dicen "quiero" y llevan mejores cartas.
Hoy me debo haber levantado más español que nunca porque no voy a comparar lo que están haciendo los hermanos mayores del Miércoles Santo con una partida de poker, porque en el mus, decir órdago asusta más que decir un simple all-in.
Adrián Martín