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jueves, 29 de diciembre de 2016

Racheando: Perdóneme que le ofenda


Lo políticamente correcto se ha hecho fuerte en la sociedad de hoy en día. Entiendo que desde la Constitución de 1978, España se haya convertido en un país laico de pleno derecho, donde no existe una sola religión (nunca existió una sola religión en nuestro país) y los detalles que evoquen el cristianismo y todo lo que le rodea se hayan visto relegados a un segundo plano para no ofender.

Pero, perdónenme que ofenda cuando terminen de leer este artículo de opinión, porque yo estoy cansado de lo políticamente correcto, de lo que está sobre el bien y el mal. El anticlericarismo se está adueñando de las calles, la intransigencia que se está viendo desde las instituciones públicas recuerda a cuando los Reyes Católicos expulsaron a los judíos (no voy a retroceder solo 80 años en el tiempo). Nosotros, los cristianos, celebramos públicamente nuestra fe mediante las festividades, de hecho, pese al anticlericalismo imperante, las fiestas y días laborales se rigen en mayor parte en días relacionados con nuestra creencia y nuestra fe. La Semana Santa, la Navidad, los Santos... etc, y, aún así, buena parte de la actual sociedad está intentando imponer su ideología en base al laicismo de España.

Si somos laicos ¿por qué se felicita Hanuka y el Ramadán y no la Navidad? la Navidad o la Pascua se han sustituido por "Fiestas", las felicitaciones se han cambiado y ya no aparece "Feliz Navidad y próspero Año Nuevo", simplemente con un "Felices Fiestas" ya nos damos por contentos. Laicos si, pero no para todos. Pues bien, el resto de comunidades religiosas siguen respetando la nuestra, y nuestros líderes políticos no, por eso del respeto a las demás creencias.

Aún recuerdo cuando los belenes se ponían en espacios públicos mientras ahora están relegados a las Iglesias casi exclusivamente. Este no es un artículo de opinión contra las demás creencias, a las cuales conozco y respeto profundamente, este artículo de opinión es contra la hipocresía basada en heridas mal cicatrizadas de muchos, y el intento de arañar votos por otros sitios de donde antes no se obtenían, hacia esa clase política que cree que lo políticamente correcto no es así, y que creen tener la verdad absoluta sin fijarse en el resto de españoles, a ellos, va mi crítica. España es laica, en eso estamos de acuerdo, pero laica para todos, no solo para unos pocos.

Adrián Martín






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