Carlos Gómez. Penitentes infiltrados. ¿De qué otro modo si no podrían definirse a quienes en esta instantánea datada en los años 60 caminan tras el antiguo paso del Santísimo Cristo de las Tres Caídas de la Esperanza de Triana portando cruces?. No se trata de nazarenos de la corporación de la Calle Pureza desde luego, la diversidad de colores y estilos de túnica evidencian que estamos ante todo un misterio.
La propia existencia de penitentes cargados con una cruz llama poderosamente la atención, considerando la inexistencia actual de esta figura en el cortejo de esta cofradía, como la llama la disposición del romano a caballo que se halla en la trasera del misterio, de un nmodo sustancialmente diferente a la escena que a día de hoy inunda de expectación las calles de Triana y Sevilla cada Madrugá.
El misterio, quedó en cierto modo resuelto en la propia publicación que incluyó esta curiosísima fotografía cuyo autor se desconoce, el Boletín Extraordinario que la Hermandad de la Esperanza de Triana editó con motivo del IV Centenario de la Fundación de la Hermandad de las Tres Caídas. El texto que acompañaba a la imagen explicaba que la cofradía llevaba nazarenos con túnicas que solían ser de cola, por su carácter de promesa, y cada individuo solía aportar él mismo la túnica, normalmente prestada por otras hermandades de negro, así como las cruces. El nazareno con la túnica de cola blanca –que aparece en la fotografía– atestigua el carácter espontáneo de dichas promesas, escapándose, así, a la uniformidad no ya de la cofradía, sino de los propios penitentes.