Carlos Gómez. Sevilla es una ciudad que alimenta su leyenda a base de pequeñas tradiciones que se convierten en grandes en el corazón de sus sevillanos, configurando su historia cotidiana que paulatinamente se va transmitiendo de generación en generación. Una de estas tradiciones convergen en la Iglesia Colegial del Divino Salvador donde, cada año, se inicia el año cofrade en torno al Señor de Pasión, la insustituible joya de Martínez Montañés que se expone en devoto besapiés para recibir el cariño de la ciudad que le ama y le venera. Nuestro compañero Benito Álvarez ha acudido a su infinita presencia para ser testigo del evento y materializarlo en esta excelente crónica gráfica.