Jesús Pérez. La Semana Santa de este año será especial para la Hermandad de San Benito porque celebrará el 50 aniversario de la primera salida del Cristo de la Sangre. Una imagen que talló Francisco Buiza en 1965 para sustituir a otra de igual advocación que fue realizada por Francisco de la Vega en 1553.
El Cristo de la Sangre representa a Cristo crucificado muerto, fijado al madero a través de tres clavos. Con una estética neobarroca, impregna caracteres propios de la imaginería sevillana del siglo XVII, el siglo de oro de la imaginería que tiene como grandes contribuyentes a Juan Martínez Montañés y Juan de Mesa.
Su corona de espinas está tallada a la manera de este último imaginero, mientras podemos apreciar características de Montañes en el sudario que envuelve por completo las caderas del Cristo y se anuda en el lado derecho en un encuadre rectangular como en el Cristo de la Clemencia. También aparece la impronta particular de Buiza en las formas anatómicas, dotando a la imagen de un físico contundente y una tostada policromía bañada en sangre, aumentando el dramatismo de la talla.
Su corona de espinas está tallada a la manera de este último imaginero, mientras podemos apreciar características de Montañes en el sudario que envuelve por completo las caderas del Cristo y se anuda en el lado derecho en un encuadre rectangular como en el Cristo de la Clemencia. También aparece la impronta particular de Buiza en las formas anatómicas, dotando a la imagen de un físico contundente y una tostada policromía bañada en sangre, aumentando el dramatismo de la talla.
Su primera salida procesional la realizó el Martes Santo de 1967. Esta estación de penitencia fue relevante para la cofradía al estrenar dos pasos, el de la Sagrada Presentación al Pueblo y el del Cristo de la Sangre que estaba sin terminar, ambos realizados por el tallista Antonio Martín. El paso del Cristo de la Sangre presentó una ebanistería de Francisco Bailac Cenizo aunque Luis Sánchez Jiménez se encargó del dorado años más tarde. También intervino el propio autor de la imagen, Francisco Buiza, con la decoración escultórica a través de las tallas de los Evangelistas, un arcángel eucarístico en el frontal del paso y diferentes santos sevillanos que reposan en los respiraderos.
Sin embargo, estos no fueron los únicos estrenos de la corporación aquel 21 de marzo de 1967. La Hermandad de San Benito estrenó las potencias del Cristo de la Sangre, incensario, navetas, ropones para los acólitos, saya bordada para la Virgen y sesenta nuevas túnicas de nazareno. Esta gran cantidad de estrenos vino producida por el creciente número de nuevos hermanos que sin lugar a dudas estuvo ligado al crecimiento del barrio de Nervión. Por otro lado, esta no fue la última gran novedad del Martes Santo. La Hermandad de los Estudiantes realizó por primera vez estación de penitencia desde su nueva capilla de la Universidad.