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jueves, 5 de enero de 2017

Racheando: Aligera, Baltasar


Hay algunas personas que se autodenominan jartibles, a otras se lo llaman y luego estamos esas personas a las que nos llaman de todo por ser músicos cofrades, exmúsicos o, simplemente, cofrades durante los 365 días del año y no solo esa semana mágica de 10 días.

Durante estos días, he visto imágenes de los cofrades de verdad, los que trabajan diariamente por y para su hermandad o por su banda, cómo ponen tras Baltasar la Cruz de Guía o el guión de su banda, como gesto de las ganas de que llegue esa Semana Santa que anhelamos tantos de nosotros. Estamos en fechas de cambio, en los que todavía nos cuesta cambiar 2016 por 2017, otros sin embargo, quizás sobrepasemos el nivel de implicación con la Semana Santa cuando pensamos que Año Nuevo es el Lunes de Pascua, porque empieza ya ese año en el que trabajamos para que todo salga a pedir de boca.

Una Precuaresma que en mi caso, como persona muy próxima a formaciones musicales, vivo como eterna, ensayos y más ensayos para conciertos en los que se da el Do de pecho, o pese a este frío, acompañamos a SSMM los Reyes de Oriente con nuestras melodías navideñas o propias de otros ambientes que no son precisamente cofrades.

Hoy en muchas partes de España, las bandas se disfrazan de beduinos, de pajes, de carteros o, simplemente, se convierten en repartidores de sueños e ilusión a esos niños que ven a los Reyes en esas cabalgatas, que escuchan la música y viven con la alegría de su inocencia infantil estos últimos días de la Navidad. 

Muchos músicos de los que van tras esa carroza de Baltasar piensan que aligere el paso, que ya hay ganas de lleguen esta noche con los regalos y que, con un poco de suerte, traigan un poco más de alegría a un mundo rodeado de tristeza, y carbón, mucho carbón, para que en dos días las casas se inunden de aromas de incienso.

Una PreCuaresma eterna que se vive con nerviosismo, pero en la que se trabaja día a día y constantemente, para que esa semana de 10 días, incluso los que solo se acuerdan de la Semana Santa en ella, disfruten de la música, de los pasos, de las Estaciones de Penitencia.

Que esta noche los Reyes Magos os traigan muchos regalos, que no se olviden de ningún niño, y que acaben pronto el trabajo, que pasado mañana, ya quedará menos para llegar a una Cuaresma en la que los nervios se vivirán de otra manera, y la ilusión de muchos mayores se tornen en la de unos niños cuando estén debajo de su Cristo o de su Virgen, o toquen tras de ellos.

Adrián Martín






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