Qué injusta parece en ocasiones la vida. Parece que siempre nos está poniendo a prueba El de arriba. Esta semana han habido tres sucesos en los que, os te agarras a tu fe o tiras la toalla.
Por un lado nos siguen "atacando" para ver si sacamos los pies del plato y tacharnos de no ser tolerantes o de no poner la otra mejilla. Pero, ¡es qué ya está bien! ¿Quieres libertad de expresión?, pues déjanos un poco tranquilos. Sois unos cansinos. Parece que os encanta salir siempre por "meterse con los cofrades". Por un lado me hago una foto en Madrid, dicho sea de paso con la mejor de las sonrisas, y por otro me meto con aquello que estoy promocionando pasado Despeñaperros, ¿a qué juegas tú y los tuyos? Mi juego está claro. Respeta para ser respetado. No vamos a tirar la toalla, pues la fe mueve montaña y una paparrucha y un ataque gratuito no va a hacer que siga luchando por lo que creo, a igual que ustedes. Pero... ¡ya cansáis!
El que manda nos pone a prueba cuando llama a sus brazos a un ser querido. Momento en el que te haces muchas preguntas y, o estás atenta o no escuchas las respuestas. Como cristianos debemos pensar que la esperanza está en ese ser que no se ha marchado, sino que ha comenzado a vivir en el paraíso y goza ya de la resurrección eterna. Aquí también se hace la voluntad de Dios.
El otro suceso es que de nuevo la Hermandad del Rocío de Madrid Moralataz se ha quedado sin ser nombrada filial. ¡No pasa nada hermanos, la Señora os aguarda en vuestro camino el momento idóneo para entrar como filial! Sin embargo, su sueño sigue siendo eso, sólo un sueño. La Virgen y su Divino Hijo saben el porqué de las cosas. La voluntad de Dios sigue estando presente.
Hoy, con estos tres sucesos vemos como nuestra vida es nuestra, pero en la que Dios hace su voluntad. Y, aunque a veces no lo entendamos, debemos confiar en Él, aunque a veces parezca injusta.
Raquel Medina