Estas palabras sobre el Gran Poder de la ciudad de Sevilla, son la muestra perfecta de la devoción y admiración que profeso hacia la imagen, del Dios hecho hombre.
Durante estos primeros días del año se celebra su quinario, y permanece expuesto a la devoción de su pueblo.
Como dijo el pregonero, el Gran Poder cuando pasa, no pasa, se queda. Y eso es lo que ocurre cuando, maravillado ante tu imagen Gran Poder, no dejo de pensar qué podría decirte el día que te conozca. Reflejos de tu imagen en mi mente, ecos de racheos de una noche primaveral vista en video. Ecos, que cada vez que te necesito, vienen a mi mente. ¡Y tengo que verte, oirte y hasta sentirte!
Mirarte a los ojos Gran Poder
es encontrarme con tu Fe.
Verte pasar en la noche Gran Poder
es todo cuanto soñó mi ser.
Busco consuelo en tu cara
y encuentro una mirada callada.
Busco el apoyo en tu figura,
y hallo Señor, consuelo y ternura.
Eres Dios hecho hombre en el dolor,
eres amor eterno en mi corazón.
¡Ay! He de conformarme con mirar las fotos, ver los vídeos y escuchar tus pasos por las calles de Sevilla. Qué cerca te tengo y a la vez que lejos me queda ir a verte Jesús del Gran Poder.
Cuando pasas Gran Poder
El silencio cuando pasas,
corta el aire y congela el alma.
Sombras del hombre que anda,
fe y devoción del que te ama.
¡Silencio cuando pasas!
Tenue luz de noche soñada,
leve dolor de tu Cruz cargada,
Señor de la Sevilla cristiana.
Susurros, saetas y racheos,
únicos sonidos de una noche amarga,
llevan de tu lado al nazareno.
Las palabras de guía del capataz,
oración callada del costalero,
emoción y alegría del nazareno,
son tu melodía, Gran Poder.
Isidro García Martín
Fotografías de José Manuel Morán @JMMoran94
Recordatorio Desde la Lejanía