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domingo, 12 de enero de 2014

Las "Pamplinas" de las Cofradías

Pues eso, por no decir otra cosa. Jamás he entendido los expedientes dentro de las mismas. Hermandades, compuesta por hermanos, y vivencias que te llevan a los pies de Cristo y a las manos de María. En la casa de cada uno, sus titulares. Sin más.

Podríamos hablar de todas las cofradías. (...) Pero en este caso me detendré en la del 'quinto pino', que por cierto es de las grandes, de esas que moran en cada rincón de la ciudad colgada de un almanaque, donde lo único que cambia después de décadas, son los dígitos del año. Su cara y la tipografía de los números, siguen siendo la misma desde entonces. Clásicos.

Pues bien, esa misma. La misma que es una bomba de relojería a punto de estallar, como muchas. La misma que ha expedientado (cosa que repito no entiendo) a hermanos de sangre y sentimiento, por comportamientos presuntamente incorrectos y tóxicos para la hermandad. Tal vez, igual de graves que la ejecución de esos expedientes.

Opinión clara al asunto. En casa, en nuestras familias siempre hubo expedientes. Nuestro padre normalmente era el que los daba, y no era más que un guantazo bien dado, un grito en condiciones, un 'vete para el cuarto y olvídate de la calle esta semana', o un 'como lo hagas más te veo haciéndolo mil veces hasta que aprendas'. Pero nuestro padre, nunca nos prohibía comer, ni respirar, ni sentir, ni jugar… porque era como ponerle vallas al campo.

Pues bien, esta hermandad, como podría hablar de todas, expedienta a su gente con no asistir a los cabildos, me parece genial, pero también y tomen nota, no poder participar como nazareno o cargador en la salida procesional. ¿Nos hemos vuelto locos? ¿Estamos 'majaras'? ¿O el 'gilipollismo' se ha apoderado definitivamente de la ya por si cortita mentalidad del gerente cofradiero?

Prohibirle a alguien eso, va 'contra natura', contra sentido, y contra todo tipo de lógica cofradiera. Cuando esas personas se presenten (sin papeleta porque no se la dejan sacar) en la calle, vestidos como manda la tradición y quieran ir junto a su Cristo... ¿qué puñetas va pasar?

¿Le van a mandar a la 'Nacional' a que los quiten de en medio? ¿Sus compadres cargadores se creen ustedes que no le dejaran meterse más de un tramo?… ¿estamos 'majaras' señores? ¿Qué es lo que se busca, un numerito?

Esto es como ponerle vallas al campo, o levantar un muro de hormigón al océano, desde Lisboa hasta Cuba.

Al final, si este sinsentido no se arregla, tendremos esperpento en la calle, entre los expedientados y los carajotes que ejecutarán las órdenes del expediente.

Castiguen, sí, castiguen; expedienten, sí, expediente; en el fondo debe de haber un orden dentro de los colectivos, pero que no se entere nadie. Y que el castigo no sea esa estupidez de no dejarlos acercarse a Cristo o a María. Que el castigo sea acercarlos a ellos de otra forma, con trabajos sociales durante el tiempo del expediente, o bien con una multa económica destinada a la bolsa de caridad de la cofradía.

Pero señores de junta, no me hagan más 'gilipolleces' y arreglen eso, porque una de las cosas más bajas que puede hacerle un hermano a otro, es apartarlo de sus titulares en la calle en el día grande de la cofradía; el mismo día en el que tienen que enseñar a sus hijos todo eso, y en el que honrar la memoria de sus padres, quienes enseñaron tanto cuando eran pequeños.

Tomen nota. Lumbreras. Que son ustedes, todos... unos lumbreras.

Álvaro Ojeda












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