Lo moderno no está reñido con la tradición. Pero en ocasiones, como sucede en Semana Santa, la tradición prima sobre todas las cosas. Comienza una «fiesta» muy especial, en cuanto a tradición y creencia se refiere. Ir acorde con el momento es lo fundamental, aunque como dicen algunos «para gustos los colores». En este reportaje queremos dar un poco de luz al «protocolo» a la hora del vestir en Semana Santa. Ver qué días son clave en lo que a indumentaria se refiere y de qué forma vamos a acertar seguro.
Hay tres momentos clave, en cuanto a protocolo en la vestimenta, que son: Domingo de Ramos, Jueves Santo y Viernes Santo. El resto de la semana se abre un poco la veda, aunque siempre sin llegar a los extremos.
Comencemos por el Domingo de Ramos. Debemos ir bien vestidos. Sobriedad y sencillez ante todo. Se recomienda utilizar traje en los caballeros y vestidos o pantalones (pero largos) en ellas. Como siempre las mujeres tenemos más opciones a la hora del vestir, pero también esta ventaja se nos puede convertir en nuestra ruina. No consiste en volver al clasicismo ni a las medidas del ayer. Pero sí es cierto que las minifaldas, los shorts o los escotes muy pronunciados son mejor dejarlos guardados en el armario para otra ocasión mejor.
Durante los días que le siguen el protocolo es algo más flexible. Estos días permiten que, por ejemplo los caballeros dejen aparcados los trajes y las corbatas a un lado para pasar a un estilo algo más 'casual'. Pero no por ello se puede ir de cualquier manera.
Si continuamos con la semana y en función del protocolo. Otro de los días más importantes es el Jueves Santo. Se debe ir de luto riguroso, es decir, nada de rojos, rosas, verdes, amarillos... esos colores se dejan para otro mejor momento. Hoy lo que priman son los negros y los azules marino. Aunque siempre hablando en el prisma de los adultos, los niños son otro mundo aparte.
Comenzamos por los caballeros. Para este día los hombres deben vestir traje oscuro acompañado por una corbata oscura.
El Jueves Santo se puede optar, en el caso de las mujeres mayores de 18 años, por lucir la mantilla. Han leído bien, hay que lucirla, no se puede pasear por la ciudad de cualquier forma. A continuación os dejamos las cinco claves para no errar en el intento:
1. Las mantillas son para el jueves
Una se viste de mantilla el Jueves Santo para recorrer los templos por la mañana y por la tarde acudir a los Sagrarios a rezar. Y por supuesto nada de ver la Madrugada con ella puesta, no por nada, porque seguro que es mejor un buen abrigo para guarecerse del relente de la noche. El Viernes Santo se podrá lucir la mantilla, aunque ésta deberá cubrir la frente alrededor de 2 cm, como marca el protocolo. Y, añadiendo aquí a los caballeros, comentar que tal y como sucedía con el Jueves Santo, los hombres deben vestir hoy traje oscuro y corbata también oscura o negra.
2. No vale cualquier vestido
Debemos ponernos un vestido negro, nada de azul, gris o marrón. El único color permitido es negro y cuanto más sencillo y liso mejor que mejor. El largo es aconsejable que sea por debajo de la rodilla, con un escote en barco o a la caja y las mangas mejor una francesa o larga que ir en tirantes o manga corta. Y siempre con medias, haga el tiempo que haga, y preferiblemente de cristal y de color negro.
3. Los tacones toca lucirlos otro día
Una mantilla no debe completarse con unas sandalias, unos 'peep-toes' o unas plataformas. Lo más aconsejable y preferible es llevar un zapato de salón negro de tacón medio o tacón bajo.
4. El maquillaje: menos es más
Si la "naturalidad" es un indispensable para el día el día, en esta ocasión lo es más. Colores neutros, nude, rosas suaves... Hay que marcar pero sin exagerar. Los ojos hay que destacarlos pero evitando los ahumados y los excesos. Al igual que en los labios, toca dejar la barra rojo pasión y cambiarlo por un tono más natural.
5. Que la peina no te domine
Otro elemento importante del vestir de mantilla es sin duda la peina o teja. Ésta debe ser proporcional a la estatura de la persona que la vaya a lucir. Antiguamente se utilizaban de carey pero ahora se pueden adquirir un sinfín de peinas sintéticas que imitan a la perfección el carey. Irá asentada en un moño bajo (nada de recogidos o semi-recogidos) y agarrada con un broche. Para acertar de lleno con la mantilla la mejor opción es la blonda o la chantilly (aunque siempre se puede escoger un tejido más económico). Se sujetará con un broche en la base del moño y con unos alfileres en los hombros para evitar el conocido como "vuelo de la mantilla". La meta es buscar la comodidad en una indumentaria poco habitual.
Y como complemento perfecto para lucir la mantilla es llevar un rosario y un breviario en la mano.
Con todo esto solo queda buscar el modelito adecuado para cada día, recordando siempre el lema que "menos es más" y que lo importante no es llamar la atención sino destacar.
Por su parte, el Viernes Santo, día de la muerte del Señor, el luto debe ser lo predominante, por lo que los hombres deben llevar traje oscuro y corbata preferiblemente negra –u oscura– y las mujeres que no vayan de mantilla, también es protocolario que vistan tonos oscuros.