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miércoles, 2 de abril de 2014

Las joyas perdidas de la Semana Santa de Sevilla: El palio persa del Amor



La Archicofradía del Amor es por historia y singularidad una referencia obligada de las cofradías de Sevilla. Contemplar su salida procesional es por sí  sola una delicia de los sentidos, circunstancia que se ve reflejada en su doble cortejo. La Virgen del Socorro preside en la actualidad un magnífico y personalísimo paso de palio, aunque en tiempos pasados tuvo un palio de estilo persa que la Semana Santa de la ciudad perdió y que es indiscutiblemente una joya perdida, ya que no se puede contemplar cada Domingo de Ramos al bajar esta dolorosa la rampa del Divino Salvador.

La Virgen del Socorro ha tenido a lo largo de su historia diferentes palios, aunque no se tiene documentos gráficos de ellos hasta el pasado siglo veinte. Con anterioridad existieron varios palios según expone la historiadora Amparo Rodríguez Babío, ya que distintos inventarios de la hermandad de los siglos XVII, XVIII y XIX así lo atestiguan, aunque no se tiene constancia visual de ellos, ni siquiera una somera descripción de los mismos, sólo la existencia de varas de palio o enseres procesionales de este andas procesionales.

Desde el pasado siglo XX, esta dolorosa que cierra los desfiles procesionales del Domingo de Ramos ha ido entronizada bajo tres palios, todos ellos de gran valor artístico. El primero de ellos, que se estrenó a principio de ese siglo y era obra del insigne bordador Juan Manuel Rodríguez Ojeda. El palio perteneció a la hermandad del Gran Poder y el manto a la Amargura. Éste último, en el que procesionó desde el año 1905 a 1930 con la Virgen del Socorro, fue propiedad de Rodríguez Ojeda, aunque fue bordado en el año 1890 por Joaquín Díaz. Posteriormente, la hermandad estrenó el palio persa y tras este entre los años cincuenta y sesenta estrenó el actual a juego con el manto (1957 el manto y en 1964 el palio), diseñados ambos por Joaquín Castilla y ejecutado por la maestra del bordado Concepción Fernández del Toro, que recibió la Medalla del Trabajo por su ejecución en el año 1957. El palio tuvo la peculiaridad en su ejecución que fue realizado en la propia casa de hermandad de esta corporación del Domingo de Ramos. 

El palio persa

Este palio denominado persa por su singular diseño, obra de José del Olmo, fue ejecutado en el sevillano convento de las Adolatrices. Se estrenó en el Domingo de Ramos del año 1930 y llamó poderosamente a la atención a los cofrades de la época por su personal ejecución y dibujo.

Sus caídas caladas eran bastante amplias para sus contemporáneas lo que le hacía tener un especial movimiento, que se fundamentaba por los flecos que la remataban. Se usó para su confección hilo de oro de gran calidad, realizado expresamente para en la Casa Calonge de Sevilla. La estructura estética de estas bambalinas combinaban este estilo persa pero entroncado con el barroco, más usual en los diseños de esta tipología en nuestras cofradías.

Otra característica muy especial de estas bambalinas fue la inclusión de bisutería decorativa o pedrería fina lo que reflejaba destellos de varias tonalidades al contemplarlo, como por ejemplo, el verde de las “esmeraldas” o el rojo de “rubíes”. Además a estos brillos, poco usados en otros palios, hay que incluir el resplandor más intenso del hilo de oro antes descrito al ser de mayor calidad lo que hacía que el paso tuviera “luz propia”.

 Durante los años que procesionó el palio persa llevaba la dolorosa manto liso granate y tuvo el privilegio de ser el cielo en los años 1937 y 1938 de un conjunto formado por la Virgen del Socorro y de la imagen de San Juan Evangelista que en estos años al no procesionar el misterio de la Sagrada Entrada a Jerusalén por desperfecto en su parihuela acompañó a esta dolorosa. 

En el año 1963 la corporación del Amor vendía esta pieza artística única a la hermandad del Sagrado Descendimiento de la localidad sevillana de Carmona. Fue indiscutiblemente una joya perdida de la Semana Mayor hispalense, aunque gracias a Dios no se perdió para siempre y hoy se puede admirar muy cerca de Sevilla capital.


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