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jueves, 3 de abril de 2014

Senderos de Sueños: Sentimientos Encontrados


¡Cómo corre el tiempo...! Hace nada estábamos comiendo polvorones, con luces en las calles y anuncios que nos invitaban al consumismo más mundano. Y sin darnos cuenta, el Adviento se nos fue como un soplo de aire. No obstante, los cofrades, parece que estamos deseando que pase pronto la cabalgata de esos tres Magos de Oriente. Esos tres hombres que cada año nos devuelven la ilusión a los mayores. Y digo que estamos deseando que pasen, para ir poco a poco acercándonos a ese tiempo de conversión, de reflexión, y como no, a la Semana Grande de Pasión.

Sin embargo, estos 40 días ya han pasado y, ¿sabéis?, todo lo que dije que iba a hacer en este tiempo, se ha quedado en eso, en pensamientos, en puras intenciones. Este año, la Cuaresma, no la he vivido como otros años. Algunos días lo achaco a la caída tan tardía en el calendario otras veces, y siendo sincera conmigo misma... he tenido una actitud un poco... ¿despreocupada? ¿pasota? No sé como explicarlo. ´

¿Será a lo mejor que he perdido ilusión por todo aquello que hasta hace unos años era parte esencial en mi vida? ¿Será que mi prioridades han cambiado o simplemente que cada año que pasa mi Cuaresma será diferente? La verdad, es que mi cabeza no para de darle vueltas a este asunto y no encuentro el porqué de la situación, el porqué de esta actitud tan fría hacia este tiempo que antes me ilusionaba tanto.Hace años siempre encontraba un rato para charlar con los amigos sobre temas cofrades. Siempre encontraba tiempo para ir a ver algún ensayo. Siempre encontraba tiempo para encontrarme con Jesús, al fin y al cabo.

No es que haya dejado de ir a misa o algo parecido, tampoco he dejado de creer, sólo que este año la Cuaresma parece que no lo ha sido. No he soñado con hileras de cirios, ni con la Estación de Penitencia, ni con el Monumento de Santa Marta... Tampoco estoy nerviosa mirando cada dos por tres el tiempo... Simplemente, tengo la cabeza en otro sitio, y estoy segura que Ellos lo entienden, por eso, como cada año, los acompañaré en mi Estación de Penitencia, y digo bien, Estación de Penitencia, y la haré en mis dos hermandades, porque por fin, mi Hermandad de la Paz ha decidido hacerla en nuestra parroquia, tal y como pedíamos en Gente de Paz allá por noviembre pasado, por lo que quiero darle mi enhorabuena por esta decisión tan acertada.

Supongo, que la semana que viene ya tendré ese gusanillo metido en el cuerpo, o al menos eso creo y espero, para poder gritar a los 4 vientos: ¡qué alegría Dios mío de mi alma, que ya está la Semana Santa!

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