Puede que la climatología, el almanaque o las vacaciones en el horizonte quieran desmentir los hechos, pero lo cierto es que este fin de semana hemos asistido a un nutrido número de actos que parecían retrotraernos a una cuaresma que pertenece ya a la perspectiva pretérita del recuerdo.
Cena, Sangre, Presentación al Pueblo, Buen Suceso, Esperanza, Estrella, Calvario, Villaviciosa o Agonía daban cuenta de cultos, procesiones, bendiciones, estrenos o traslados comprimidos en los albores de un verano en el que Carmen y Tránsito ocuparán una buena dosis de protagonismo.
Los barrios y el casco histórico de la ciudad veían desfilar procesiones del Corpus que dan buena cuenta de la responsabilidad e implicación de nuestras hermandades con respecto a esta festividad central del catolicismo. Lástima que desde otros sectores (llámese ayuntamiento, por ejemplo), se apueste, a todas luces, por el atractivo turístico de la Noche Blanca, olvidando promesas hechas apenas hace tres años -la memoria es débil y cortoplacista como la de un pez- y soslayando que las fiestas y tradiciones populares -religiosas, en concreto- son un activo de una ciudad demasiado castigada en lo económico.
El Beato Cristóbal de Santa Catalina también fue protagonista el domingo. La Hermandad de Villaviciosa, de la que es uno de sus Titulares, consagró la bendición de la Imagen del venerable padre y dar cuenta de una cofradía de Gloria que -al igual que algunas otras corporaciones letíficas-, debería servir de modelo y espejo en el que mirarse.
San Andrés vio unirse a dos cofradías (Buen Suceso y Esperanza) en torno a su parroquia con la procesión que recorrió el entorno de la feligresía. Y dos hermandades, compartiendo labores organizativas, siempre es digno de mención.
Como también lo fue la bendición de la casa de hermandad del Calvario. Aumentar el acervo patrimonial siempre es positivo, si bien a dos semanas justas de unas elecciones donde concurren dos candidatos resulta llamativo. Llamativo porque recuerda más que a cofradías a política de perfil bajo, esa que, antes de la crisis (ahora un poco menos para taparse del desencanto social), inauguraba hasta glorietas o un puente como cierta candidata a la reelección de la alcaldía de la ciudad. Habría que cuidar más los detalles, sobre todo, si tenemos en cuenta que, por más que un diario o una página como ésta se hagan eco, los procesos electorales de nuestras corporaciones son de consumo interno, no sufragios abiertos. Al contrario, al lector de a pie y desafecto con nuestras costumbres le damos pábulo a la crítica. Ética y estética.
El día concluía en el Barrio Naranjo, dondese celebraba el X Aniversario de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Salud. Un acto con una masiva representación de formaciones musicales que pone el broche de oro a los actos de una banda y una hermandad que sigue en continuo progreso.
Blas Jesús Muñoz
RecordatorioSendero de Sueños: Lo trivial ganó a la Verdad