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martes, 5 de agosto de 2014

Dionisio Buñuel, director de Cigarreras: "Se debe equiparar el precio de las bandas de Cristo y palio"


Reproducimos a continuación la excelente entrevista realizada por Esteban Romera para Pasión en Sevilla a Dionisio Buñuel Gutiérrez  es el actual director de la banda de cornetas y tambores "Nuestra Señora de la Victoria" de la hermandad de Las Cigarreras. Una entrevista repleta de importantes reflexiones para los que quieran escuchar.


Dionisio Buñuel Gutiérrez  es el actual director de la banda de cornetas y tambores "Nuestra Señora de la Victoria" de la hermandad de Las Cigarreras. Una de las formaciones musicales de referencia de la música procesional.


Sustituyó en el cargo a Antonio González Ríos en el mes de mayo del pasado año 2013. Es un músico de raza, lleva más de treinta años acompañando a las cofradías. Además, es compositor y su trabajo al frente de este colectivo musical no ha pasado desapercibido en la música procesional. Estuvimos con este músico que nos expresó su opinión sobre su formación musical, el entorno que se mueven las bandas y sus experiencias personales tras varios lustros dedicado a la música.   


¿Qué supone ser director de las Cigarreras? 

Personalmente un orgullo y una responsabilidad, ya que representas a una institución con un bagaje, en el ámbito musical de la Semana Santa, bastante dilatado y que se ha convertido en referencia para otras formaciones. Esto te lleva a trabajar a diario para poder estar a la altura y desarrollar las funciones encomendadas y no defraudar ni a los compañeros ni al resto de personas e instituciones que confían en ti. Para esto muchas veces es necesario tomar decisiones con las que no se contenta a todo el mundo, pero hay que saber que eso es imposible y aprender a convivir con ello. 

¿Ser una referencia de la música procesional le impone respeto a su banda? 

Indudablemente cuando hay mucha gente o instituciones que están pendientes de todos tus pasos y en ocasiones te conviertes en el espejo donde se miran es necesario un alto grado de responsabilidad y respeto hacia el trabajo que se realiza y la imagen que se proyecta. Además, no debemos olvidar  que con la globalización de todo, cualquier acto que se realice, para bien o para mal, en pocos minutos llega a cualquier punto donde haya alguien interesado.

¿Existe un estilo "Cigarreras"? ¿Cómo definiría a su formación musical?

 De forma genérica diría que  el estilo “Cigarreras” no es otro que el estilo que partiendo del de la Policía Armada (que ya difería del primitivo de los Bomberos de Málaga) y que nos inculcó nuestro “Maestro” Manolo Pardo, en los primeros años de nuestra andadura, desde un primer momento incluye otros instrumentos para interpretar las voces más graves e intenta emprender una evolución incluyendo en los elementos ya conocidos una serie de novedades que engrandecieran musicalmente las composiciones y la interpretación de las mismas. 

 Este estilo es el que hoy día está más extendido y lo comparten la mayoría de bandas del llamado estilo de cornetas y tambores “moderno”, que ha ido introduciendo otros instrumentos pero sin desvirtuar a la corneta como instrumento principal en la melodía. Esto definiría el estilo de forma general pero partiendo de esta estructura instrumental con el paso del tiempo cada formación de referencia ha ido evolucionando en forma de instrumentar, interpretar, etc.   

Cuando se me pregunta sobre el  estilo que define a  Las Cigarreras ya de forma particular, siempre me gusta decir que es una forma de interpretar, ya que no existe un estilo único entre las composiciones que se tocan, lo que si hay es una forma común de interpretarlas. Esto no se debe confundir con que todo se interpreta igual,  todo lo contrario, se debe ver como que se intenta dar a cada composición la interpretación que bajo nuestro prisma debe tener, cuidando al máximo todos los elementos de la misma. 

¿Sevilla es la referencia de la música procesional? 

Sevilla es referencia en el tema de la Semana Santa y de todo lo referente a las hermandades y colectivos que las conforman. Esto ha llevado a que sean imitados  en muy diversos y distantes puntos de la geografía española y fuera de nuestras fronteras. 

 La música como elemento conformador y parte de las cofradías no iba a ser menos. Las bandas en estas últimas décadas han realizado un trabajo y una labor para mejorar la calidad musical, la imagen, etc. y esto no ha pasado desapercibido, ni fuera ni dentro, y hoy por hoy muchas formaciones son más conocidas y seguidas que otros elementos y corporaciones de la propia Semana Santa en si, esto en vez de ser canalizado como forma de crítica debería servir para acercar a la gente al sentido verdadero de estas celebraciones y aprovechar este tirón para hacer comprender al público la importancia y el papel de cada elemento y el  respeto que merecen. Así nos ahorraríamos muchas situaciones donde se pierde el norte de lo verdaderamente importante, por eso ser referente en algo no nos debe cegar y equivocar nuestro papel.

¿El clasicismo se impone en la música procesional?

Personalmente creo que más que lo “clásico” (no se muy bien que define este término en la música de la Semana Santa), debería imponerse la calidad y lo apropiado. Partiendo que todo es subjetivo y habrá tantas opiniones como personas sean preguntadas, creo que habría que llegar a un acuerdo entre hermandades y bandas para buscar ese equilibrio donde se combine perfectamente el estilo de la cofradía, el estilo de la banda y la elección del repertorio más idóneo según el momento.

Hay un movimiento, para mi equivocado, que pregona que lo “clásico” lo conforma sólo el repertorio compuesto por Alberto Escámez (al que admiro profusamente como padre y creador de una forma de música que me hizo acercarme a este mundillo hace más de 35 años),  Zueco Ramos o Ramón Montoya, pero bajo mi opinión existe una música más evolucionada y más rica en matices que es más idónea para acompañar a los pasos de Cristo. 

De igual forma, pienso que entre tanta composición hay de todo, por tanto lo que falla es lo que se deja interpretar en muchas ocasiones, a veces por desconocimiento o dejadez y otras por capricho de alguien, la virtud siempre está en el termino medio. Hay más “clásico” del que se expone y sobre todo hay mas música de calidad e idoneidad de la que se interpreta por todo lo expuesto anteriormente.

¿Existen cada vez menos diferencias entre los colectivos de "cornetas y tambores" y las "agrupaciones musicales"?

Existe, no de ahora, si no desde hace mucho tiempo. No recuerdo cuando pero este tema ya lo trataba con compañeros de otras formaciones y la conclusión era clara. Desde hace mucho tiempo la instrumentación utilizada es prácticamente la misma, lo que cambia es el papel de ciertos instrumentos. En las bandas de cornetas y tambores “modernas” el instrumento principal y que toma el protagonismo en la melodía es la corneta y en las agrupaciones musicales es la trompeta. A partir de aquí hay todo tipo de confluencias, en las composiciones de las primeras se le ha ido dando más protagonismo a lo instrumentos “bajos” y viceversa en la segundas se fueron incorporando “solos” y pasajes de cornetas, por tanto creo que muchas veces los estilos se entrelazan.

Para mi lo de la nomenclatura es lo de menos, lo tomo como algo residual que se ha quedado dentro de la “marca” de cada formación. Debería primar más el interés por la calidad que por el “nombre” en si, no entiendo a corporaciones que lleven una banda de poca calidad, por decir yo llevo tal o cual estilo a la fuerza, dejando de lado a otra formación de mayor calidad que podría contratar para un mejor acompañamiento por el hecho de la nomenclatura, la historia nos demuestra que no siempre todo es como se dice, hay quien cree que nunca tuvo otro acompañamiento musical que el que él conoce y si investigara algo se llevaría alguna que otra sorpresa.

¿Un sueño para su banda?

 Más que un sueño es un objetivo y más que para la banda para el colectivo de Las Cigarreras que es más amplio, y creo que con el trabajo y el compromiso de los componentes lo conseguiremos. 

Es la continuidad de la misma cuando estas generaciones que hoy estamos en ella tengamos que abandonarla. Como todos sabéis estamos en puertas de cumplir 35 años como institución (Septiembre de 1979-2014) y hasta hace un par de años, que lo sustituí yo, ha estado en la dirección la misma persona (Antonio González Ríos fundador de la misma junto a un grupo de jóvenes y amparados por la Hermandad de Las Cigarreras), por tanto esto es cuestión de tiempo y el próximo relevo se tendrá que producir antes de lo que se ha producido este, así mi “deseo-sueño-objetivo” es contribuir a terminar de  construir la infraestructura a nivel musical e institucional que asegure la continuidad de este colectivo independientemente de las personas que ostenten la dirección de la banda y por ende de la Asociación Cultural y Musical Maria Stma. de la Victoria ya que le corresponde también ser el presidente de la misma. 

Resumiendo. ”Sueño con poder salir a ver la Semana Santa ya retirado y encontrarme con las bandas de Las Cigarreras (Ntra. Sra. De la Victoria y Columna y Azotes) tocando por las calles de Sevilla y disfrutar de los recuerdos y que la sede de la Asociación esté consolidada y año tras año pasen por ella cientos de jóvenes para formarse en su Escuela de música y formar parte de sus bandas”.

¿Se deben limitar el número de los músicos en los cortejos? ¿Son culpables las bandas de los retrasos de las cofradías en Carrera Oficial? 

Partiendo de la premisa que el número de músicos se ha ido incrementando por distintos motivos, entre los que se encuentran el número de cofradías a acompañar, número de horas que están esas cofradías en la calle, exigencia de mayor calidad interpretativa y mayor número de composiciones a interpretar en cada procesión (de 1992 hasta ahora casi el doble), mayor dificultad de las composiciones…etc. Creo que es una necesidad en la mayoría de los casos aunque soy de la opinión personal que se trabaja mejor con 80 músicos que con 130 pero las circunstancias y exigencias condicionan. Habrá quien diga que otros colectivos son menos numerosos y van bien (hay una banda para cada circunstancia y cada uno debe afrontar y dar solución a la que le corresponde).

Dicho esto, aun recortando músicos en los cortejos,  ¿que tiempo podríamos recortar?, para que no haya retrasos en la Carrera Oficial, con los tiempos establecidos actualmente y el incremento del número de personas en los cortejos, hay que pasar mas rápido todo el cortejo (es una obviedad) y uno de los puntos, queramos o no, donde se producen más retraso, normalmente, es en la entrada en Campana. 

Cada cofradía la hace como cree que debe y no soy yo quien para decir como tienen que hacerlo, pero parece que cuesta trabajo en algunos casos “sacrificar un poco de lucimiento” por el bien del día. Los músicos en este caso nos atenemos a lo que nos indican desde la Hermandad. 

Recuerdo siempre y pongo de ejemplo la entrada en campana del paso de misterio de la Sagrada Cena, desde que se levanta en el Palquillo hasta entrar en Sierpes lo suele hacer con una marcha (3-4 minutos aprox.) y el comentario de un “señor espectador” al acabar la maniobra: “Pa esto que no hubiesen pasado”. Todos deberíamos aprender a que vamos y a donde, creo que hemos mitificado desde todos los sectores, unos con mas responsabilidad que otros, ciertos momentos de las procesiones que no son importantes y tenemos la obligación moral de rectificar en lo posible cada uno desde su posición: hermandades, costaleros, bandas, periodistas, público…etc.



¿Está valorado el trabajo que realizan las bandas en Sevilla?

¿Qué es valorar? Si por esto entendemos cobrar por una actuación a razón  del trabajo realizado, lo primero que había que equiparar es el precio de las bandas de paso de Cristo con el de las bandas de Palio, es sobradamente conocido que en la misma cofradía la banda de corneta y tambores o agrupación musical (según el caso) cobra siempre menos que la banda de plantilla completa y si analizamos, el trabajo es el mismo: “acompañar musicalmente a un paso durante el mismo número de horas”. Esto viene históricamente por que unas son consideradas bandas semiprofesionales y otras como bandas de aficionados, circunstancias que cada día es menos aparente ya que todas desarrollan un trabajo anual y una preparación muy similar. Pero esto es solo un tema crematístico que creo que no es el que mueve a la mayoría de los músicos que se dedican a la música procesional y además cada uno es libre de pedir lo que crea que vale su trabajo y la otra parte es libre de pagarlo o no, pero todos deberíamos tener presente lo que cuesta mantener y poner en la calle una banda, con una instrumentación de calidad y una uniformidad acorde al cortejo que se acompaña.

Si dejamos de lado el tema económico puro y duro, si creo que las bandas están “empezando a ser reconocidas” por su labor en muchos ámbitos y no solo en el de la Semana Santa. Este es un tema que ha costado bastante trabajo pero el reconocimiento que a día de hoy tienen en su conjunto las bandas está a años luz de lo que había hace 35 años cuando empezamos en esto y no solo es reconocimiento si no también  respeto de muchos colectivos hacia el nuestro, vuelvo a repetir ganado a pulso y trabajando día a día y demostrando que esta actividad bien entendida realiza una labor social muy interesante para una ciudad. El tener a cientos de personas todas las tardes recogidas en un colectivo haciendo música y conviviendo no podía pasar desapercibida ni tratada como una actividad menor. 

Y para finalizar este punto quería hacer una observación sobre el respeto y el reconocimiento, somos muy dados a valorar el resultado y no valorar el trabajo diario y con esto me refiero a que muchas circunstancias hacen que un trabajo arduo y duro como el que mas no de el mismo resultado en dos colectivos distintos. El mismo esfuerzo tiene la banda de renombre que toca todos los días detrás de un paso que la banda más humilde que va en cruces de guía.

¿Como ve el futuro de la música procesional en Sevilla?

Esta cuestión podríamos engarzarla con la anterior ya que el futuro de la música procesional va a depender entre otras muchas cosas de que se siga reconociendo la labor de las bandas de manera positiva y se reciba por parte de las autoridades las facilidades y los apoyos necesarios. 

Este hecho se esta viendo reflejado entre otras muchas cosas por parte del Ayuntamiento con el acuerdo llegado con el Consejo de bandas para dotar al mismo de diversos locales o naves para que las bandas puedan desarrollar sus actividades.

Nuestro colectivo que en este tema también es pionero, acabamos de abandonar la que ha sido nuestra sede durante los últimos 18 años en los bajos del Paseo de Marqués del Contadero junto a la Torre del Oro. Durante este periodo de tiempo el haber podido contar con unas instalaciones medianamente acondicionadas para realizar nuestra actividad nos ha permitido desarrollar un trabajo imposible de hacer en la calle, además de dejar de generar problemas de “ruido”. El disponer de estas instalaciones nos ha permitido un crecimiento musical e institucional impensable hace unas décadas, por poner un ejemplo nos ha permitido desarrollar una Escuela de música en la cual hacen su primera toma de contacto con esta actividad decenas de niños (a partir de 8 años) donde no solo adquieren conocimientos de música si no que aprenden los  valores necesarios para la  convivencia y el saber  estar en cualquier colectivo  y paulatinamente se van incorporando a la banda Columna y Azotes (banda Chica) y con el tiempo muchos recalan en la banda de los mayores.

A día de hoy nos encontramos acondicionando la nueva sede y esperamos poder comenzar a tiempo nuestra actividad en el nuevo entorno al que nos vamos a trasladar. Este modelo de Asociación que aglutina escuela, y dos bandas es un referente de formación que da sus frutos a nivel musical y social, tanto es así que se está trasladando a otros colectivos y con la ayuda necesaria de las instituciones aseguran un futuro mas que venturoso a la música procesional. 

Además de lo ya expuesto hay otro factor que me hace ser optimista respecto al futuro, al colectivo de bandas cada día se acercan personas con más conocimientos musicales, trasladándolos a este tipo de música tan peculiar, lo que ha hecho que la evolución de las interpretaciones y composiciones gocen de una buena salud. Alguien podrá decir también que entre tantas composiciones nuevas hay muchas que no son acordes a la Semana Santa y no les falta razón, pero para eso podemos volver a la pregunta sobre el “clasicismo” contestada anteriormente y como ya dije entre todos llegar al termino medio y quedarnos con la calidad e idoneidad de las composiciones e interpretaciones que se hacen de las mismas. La educación en todos los sentidos de las nuevas generaciones es la base del futuro más prometedor para una buena salud de la música procesional.











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