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sábado, 23 de agosto de 2014

La devoción de la Familia Real a la Virgen del Rocío


"La devoción a la Virgen del Rocío por la actual Casa Real española llegará a ser tradición familiar establecida por la Condesa de París, desde que se afincó en Villamanrique, en el palacio campesino cercano al Santuario" (Pérez Lugín, 1988: 244).Cfr. Asimismo en González de Vega, 1995: 51; Ojeda, 1987: 330, nota 26. Para el camino de Sevilla hasta Doñana, véase Ford, 1980: 201.

En cuanto a la vinculación de la Casa Real Española con la Hermandad del Rocío de Villamanrique, se remonta a fechas muy tempranas. 

No podemos olvidar la relación de Alfonso X, a través de sus monteros. La relación persiste a través de los reyes Sancho IV o Alfonso Onceno: en el Libro de la Montería se cita el topónimo de Mures, actual Villamanrique, a la par que se hace referencia a la ermita de La Rocina. Asimismo, la entrada de los reyes españoles a los cazaderos reales se produce siempre a través de Villamanrique, como es el caso de Felipe V en 1729. 

El profesor Ojeda dice textualmente que la relación de estos parajes y cazaderos con la monarquía ha sido ya puesta de relieve al estudiar el tema de Doñana. Todavía más tradicional es la vinculación a la institución monárquica de la Hermandad de Villamanrique de la Condesa (Ojeda, 1996, 330, 26). 

La Condesa de París, Infanta de España, deja su impronta rociera a toda una época, que transmitió, de manera ejemplar, a toda su augusta familia, a la vez que fue una gran benefactora para la expansión, desde su Casa Palacio de Villamanrique, de la devoción rociera (AA.VV., 1981: 153 y ss). 

Villamanrique, llevada de su cariño a la Princesa que pasó los años de su niñez en aquel pueblo y que ha vuelto al mismo para derramar el bien entre sus moradores, sin tasa ni medida, envió al Santuario su muy lucido coro de niños cantores, que entonaron las partes fijas de la Misa de Angelis con admirable precisión y acierto el coro de Villamanrique que juntando sus plegarias a las del sacerdote, que ofrecía la víctima sacrosanta y, sobre todo, en el dorado y luciente camarín de la Virgen Bendita del Rocío, tan tiernamente amada por aquellos sus hijos, aceptando complacida el homenaje de su devoción fervorosa. (José Sebastián y Bandarán (1926): “Una Misa en el Santuario del Rocío con asistencia de los Infantes”, El Correo de Andalucía, nº 9320, Sevilla, 16 de marzo). 

La familia real española está ligada desde antiguo a la Hermandad de Villamanrique y por ella vinieron a conocer el Rocío. En la actualidad, cada año, está presidida por SS.AA.RR. e II. Los Príncipes de Orleáns-Bragança, D. Pedro y Dª Esperanza. 

Sus Hermanos Mayores Honorarios: SS.MM. los Reyes D. Juan Carlos y Dª Sofía, S.A.R. la Condesa de Barcelona, los Príncipes de Orleáns-Bragança y S.A.R. el Príncipe de Asturias. Hermano Mayor Perpetuo S.A.R. D. Carlos de Borbón y Camarera de Honor S.A.R. e I. Dª Esperanza. (AA.VV. (1994): Historia de las sevillanas. El Rocío, tomo V, Ediciones Tartessos, Sevilla, p. 12).

Trascendental nos parece el testimonio de la augusta madre de S.M. el Rey de España, S.A.R. la Condesa de Barcelona - q.e.p.d. -, cuando dice que hay algo de lo que tampoco me olvido, que era una de nuestras ilusiones del año: El Rocío. En casa hay tradiciones andaluzas desde hace más de un siglo, desde tiempos de los bisabuelos Montpensier. Villamanrique, que sólo está a 19 kilómetros del Rocío, tiene la Hermandad más antigua y toda la familia ha estado siempre orgullosa de pertenecer a ella. Todavía ahora paran allí las carretas que van de Sevilla y del Aljarafe. Además de la devoción a la Virgen, para una familia a quien tanto le han gustado siempre el campo y los caballos, ir a la romería mezclados con todo el pueblo fue siempre algo de lo más normal. Luego también, desde tiempos de la abuela, la Condesa de París, se iba a veces a caballo, como lo sigue haciendo ahora mi hermana Esperanza que, pase lo que pase, vuelve del Brasil siempre a tiempo de ir al Rocío (González, 1995, 51). 

Es obvio dejar constancia de la estrechísima relación existente entre SS. AA. II. y RR. los Príncipes de Orleáns Bragança y la Hermandad de Villamanrique, de la que son Hermanos efectivos y ostentan diversos cargos honorarios, sobre todo, porque presiden habitualmente cualquier acto realizado por la Hermandad.









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