Hay quien nos llama (a Gente de Paz) el "Sálvame cofrade", no el Diario ni el Deluxe, el Cofrade. Es un calificativo divertido, estimulante, sobre todo, si se refieren a la audiencia, que es mucha y por la que siempre hay que estar agradecido. Tal vez, el motivo sea otro, pero eso lo trataremos más adelante. Un servidor preferiría que nos tildasen como a "Salvados" y no por folloneros, sino por la labor que desarrolla Jordi Évole al que he de confesar que admiro, más allá del contenido de su programa semanal, por mostrar y demostrar que no hay que ser un sesudo periodista experto en política para ofrecer un producto asequible al común de los mortales y generar un pensamiento -afín o contrario-, pero al fin y al cabo anima a tomar una posición determinada.
Y eso mismo es lo que uno soñó para sus queridas cofradías en televisión, si alguna vez llegaba. Y, cuando llegó, hace mucho ya, lo que nos trajo un canal de pago fue una especie de reproducción del NO&DO. A mi humilde parecer, es a lo que recuerda. A lo rancio, lo obsoleto, lo caduco. Algo que carece -repito, para mí-, del más mínimo interés. Además, por si ello fuera poco, la voz del narrador de aquella televisión única, como el pensamiento transmitido, era monótona, pero se cuidaba la dicción con escrúpulo.
Es entonces cuando uno se cuestiona sobre los medios que posee el canal en cuestión que son muchos y, de repente, le da a reproducir un programa "cofrade" al azar. El daño es irremediable. Cualquiera que lo vea y no sea de Córdoba y no conozca el paño, lo más seguro es que crea que aquí los medios son escasos y los programas parecen trabajos del cole. Las entradillas, la narración y la voz estridente -tan cordobesa- no dan juego para que uno se meta en el papel y se atreva a picar en la lista de reproducción, a no ser que antes le haya sobrevenido una ingesta de alcohol importante. Habrá quien lo haga, no digo que no, pero también hay quien se dedica a despellejar al personal en foros, dejando a los opinadores de GdP a la altura de hermanitas de la Caridad.
Recuerdo una frase de un periodista de esta ciudad que estaba cargada de verdad. Hablaba de un programa hispalense y cofrade de Canal Sur y se refería al mismo con la admiración de quien escuchaba un espacio cofrade realizado por periodistas. Esa podría ser una de las claves.
Da lo mismo. El programa seguirá con su presentador y, quizá, me equivoque y sea hasta bueno si tenemos en cuenta que el susodicho es Ajunto de Presidencia de la Agrupación de Cofradías. Y, si asesora al Presidente, saber debe saber. No lo duden. Pero, por si acaso, vean Salvados o, si quieren chisme, Sálvame, o sea, Gente de Paz.
Blas Jesús Muñoz
