Guillermo Rodríguez. Preciosa. Con esa belleza de serena tristeza que deriva de su orilla. Impecable en su magnífico altar de cultos, recibió los honores de su hermandad y de sus fieles y devotos, la Virgen del Desconsuelo en su Soledad en forma de Solemne Triduo. Nuestro colaborador José Manuel Sánchez ha querido dejar testimonio de ello a través de este magnífico reportaje.