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domingo, 19 de octubre de 2014

El Rincón de la Memoria: Pequeños detalles de la Historia de la Hermandad de la Paz y Esperanza


El Jueves Santo de 1939, un grupo de cofrades se reúne en la ermita de San Juan de Letrán ante una vieja talla sedente del Señor de la Humildad y Paciencia y deciden constituir una nueva corporación, iniciando los trámites fundacionales. Encomiendan al imaginero cordobés Juan Martínez Cerrillo la talla de una imagen de Virgen a la que titularán como de la Paz por coincidir su realización con el final de la Guerra Civil, dándose la circunstancia de que buena parte de sus primeros hermanos eran excombatientes, anteponiendo por este motivo este título al previsto de Esperanza.

La bendición de la nueva imagen, que estuvo a punto de incorporarse a otra cofradía cordobesa recién fundada, la Misericordia, tuvo lugar en la iglesia de San Andrés, donde estaba previsto fijar la sede canónica el día 8 de septiembre de 1939.

Por desavenencias surgidas entre el párroco y los fundadores de la hermandad, la imagen es retirada del templo y llevada al domicilio particular de su autor, desde donde más tarde se trasladaría de incógnito a San Lorenzo. En febrero de 1940, la Curia Provincial de los Padres Capuchinos autoriza la erección de la cofradía en el convento del Santo Ángel adonde será conducida la imagen desde San Lorenzo, cantándosele la Salve ante el Cristo de los Faroles y entrando en el templo el 24 de febrero de 1940 sobre unas parihuelas portadas por los propios religiosos de la comunidad.


El 26 de septiembre de 1940 se aprueban las reglas constitucionales y la hermandad recibe el título de pontificia solicitado al Nuncio de Su Santidad el anterior 31 de marzo, mismo día en que se ofreció al Ministro del Ejército el puesto de hermano mayor honorario que el capitán general Varela aceptó. A la muerte de este militar su viuda regaló su fajín a la Virgen de la Paz, que lo llevaría en distintas salidas procesionales.

A las ocho de la tarde del Domingo de Ramos 6 de abril de 1941 realiza su primera salida procesional. Acompañaba a la Virgen de la Paz en su paso una talla de San Juan Evangelista, donada a tal efecto por la comunidad de Padres Capuchinos de Antequera, que acompañaría a la Señora hasta el año 1960. En el año 1974 se vendió esta imagen a la hermandad del Buen Suceso que la incorporaría a su misterio.


En el año 1943, la hermandad se ubica definitivamente en el Miércoles Santo, en cuyo itinerario oficial ha ocupado habitualmente el penúltimo lugar, aunque en algunos años como 1967 y 1968 fuera la última en procesionar y en otras como 1954, la primera. 

En el año 1942, el imaginero Juan Martínez Cerrillo realiza la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, por la cual cobró la cifra de tres mil pesetas. Esta imagen es bendecida el 24 de enero de 1943 y se incorpora a la estación de penitencia en el año 1945. Este mismo año,  la cofradía obtiene el permiso de la Diputación Provincial para realizar su salida desde la iglesia de la Merced desde donde la realizará hasta el año 1960. Las obras de restauración de este templo impedirán la salida del mismo en el año 1961 y entonces la cofradía pide permiso para adecuar la puerta del huerto del convento que daba a la plaza de Capuchinos desde donde realizarán su salida cada Miércoles Santo hasta nuestros días.


En el año 1952 se estrena y bendice la casa de hermandad en la Cuesta del Bailío y se estrena la marcha "Paloma de Capuchinos" de Francisco de Sales Melguizo. 

El 24 de enero de 1972 el obispo monseñor Cirarda Lachiondo bendice la capilla de la Virgen. También en este año, la Virgen estrena un nuevo manto. 

En los años setenta,  se estrenó un nuevo paso y se llevó a cabo una campaña de donaciones que permitió la realización por Manuel de los Ríos de la corona de la Señora, que le fue impuesta por el guardián del Santo Ángel, fray Santiago Díaz Valladares, el 23 de enero de 1977, entregándose en el mismo acto el título de franciscana.


El domingo 24 de enero de 1982 la hermandad de Ntra. Sra. Del Rocío de Córdoba y la hermandad de la Paz se hermanaron en un precioso acto en el que se hizo entrega de una imagen de la Virgen del Rocío,  en plata y marfil que fue entronizada en la delantera del paso de palio de la Reina de Capuchinos, figurando desde entonces en su estación de penitencia del Miércoles Santo, en una singular ceremonia oficiada por Fray Ricardo de Córdoba. La importancia histórica de la fecha es doble. Por un lado porque supuso el origen de una relación que se ha perpetuado en el tiempo y que se traduce cada año en la presencia de una representación de cada hermandad en la solemne salida de la otra; el Miércoles Santo una presidencia rociera camina tras el manto de la Paz y cada comienzo de romería del Rocío, una representación de la hermandad capuchina precede a la carreta del Simpecado de la corporación rociera al iniciar su peregrinación a la aldea almonteña.  El otro elemento histórico consiste en que, hasta el momento, ha sido la única vez que el paso de palio de la Virgen de la Paz se ha montado en su totalidad dentro de la Iglesia Conventual del Santo Ángel.


El día 8 de septiembre de 1989 se oficiaba la solemne función conmemorativa del cincuentenario de la bendición de la Paz. Durante todo el año 1990 la hermandad celebraría esta efeméride. Así el día 20 de enero, fray Ricardo de Córdoba pronunciaba el Pregón del Cincuentenario al que seguirían las celebraciones litúrgicas en honor de la Virgen de Paz cuatro días después, celebrándose el día 28 de ese mismo mes una función solemne retransmitida para todo el país.

El 24 de febrero, en una misa solemne se recordaban la llegada de la hermandad a su sede canónica y la aprobación de sus reglas fundacionales. En este acto la cofradía impuso su medalla a todos los religiosos de la comunidad, que asimismo recibía como regalo una cruz conventual con sus ciriales de acompañamiento realizados por Manuel de los Ríos. El día 3 de marzo estaba previsto que el Señor de la Humildad y Paciencia presidiera el Vía Crucis General de las Cofradías de Córdoba en la Catedral aunque la lluvia hizo que este acto se realizara en el convento del Santo Ángel.

El 13 de septiembre de ese año se inauguró una exposición de enseres de la corporación, presentándose el mismo día la monografía titulada "Cincuentenario fundacional de la cofradía de la Paz (1940-1990)". El 7 de diciembre la Agrupación de Cofradías realiza su Vigilia de la Inmaculada en el Convento del Santo Ángel, acto que se aprovecha para bendecir un nuevo simpecado.


El día 8 de diciembre se celebra una solemne función religiosa en la misma iglesia del Santo Ángel, después de que el Cabildo catedralicio hubiera impedido la idea original de trasladar procesionalmente las imágenes a la Catedral para esta función. Los actos culminaban con una procesión extraordinaria que se celebró el día 9 de diciembre.


En el año 1993, la hermandad se centra en la celebración del cincuenta aniversario de la bendición del Señor de la Humildad y Paciencia. Así el día 20 de febrero se pronunciaba el Pregón extraordinario y al día siguiente se oficiaba la solemne Eucaristía conmemorativa, seguida de un concierto de marchas procesionales a cargo de la Banda Municipal de Guillena. Asimismo, el primer sábado de aquella Cuaresma el Señor de la Humildad protagonizó el vía crucis de las cofradías cordobesas en la Catedral. 

Tras terminar las celebraciones de este año 1993, una comisión de hermanos comienza el estudio para la trasformación del paso de misterio, en el que, conservando la talla del titular se incorporarían un abigarrado conjunto de figuras que realizaría el imaginero cordobés Antonio Bernal, y entre las que se incluía un romano montado a caballo, recuperándose así esta figura en nuestra Semana Santa tras desaparecer del misterio de la hermandad del Prendimiento. Estas figuras fueron estrenadas el Miércoles Santo de 1997.


En enero de 1997 el convento del Santo Ángel fue objeto de una profunda y necesaria restauración que obligó a la hermandad de la Paz y Esperanza a buscar un hogar alternativo para sus Benditos Titulares. Tras sopesar diversas opciones, la decisión fue trasladar el culto a la Iglesia conventual del Carmen Calzado (el Carmen de Puerta Nueva). Allí, frente a la mirada de la Virgen del Carmen, en el pequeño ara que existe al pie del altar mayor, recibieron culto durante el invierno Ntro. Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y Ntra. Sra. de la Paz y Esperanza. Allí tuvieron lugar también los cultos cuaresmales en honor al Señor. Y allí, aprendimos a tener nuestra segunda casa para siempre. La semana previa al Viernes de Dolores del mismo año se produjo el regreso a Capuchinos.


A raíz de aquel hecho histórico, que ha supuesto la única vez que nuestros titulares han abandonado Capuchinos desde 1940 (el Señor jamás había salido de Capuchinos) se incorporó al cortejo penitencial de la cofradía el estandarte de la hermandad del Carmen. Del mismo modo, una representación de la hermandad de la Paz acompañó hasta el año 2006 a la Virgen del Carmen en su salida. Inexplicablemente esta tradición se truncó a partir de entonces.


El 18 de Octubre de 2014, la Pontificia, Real, Venerable e Ilustre Hermandad Franciscana Capuchina de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de la Paz y Esperanza conmemoró con una Solemne Eucaristía en la Santa Iglesia Catedral y una Salida extraordinaria, el LXXV aniversario de la Bendición de la Reina de Capuchinos. La Paloma de Capuchinos realizó su salida desde el Palacio de la Merced como hiciera en los primeros años cuarenta, avanzó bajo el radiante sol otoñal por los Jardines de Colón, recibió la medalla de la Ciudad, llegó hasta la Santa Iglesia Catedral, caminó por Deanes, y regresó a lugares emblemáticos de su recorrido inexplicablemente perdido, como San Zoilo y las Capuchinas. Sin lugar a dudas, una jornada histórica.


Quiera Dios, que del mismo modo que aprendimos tanto aquellos días, aprendamos a no olvidar nunca nuestro pasado, más allá de lo que recojan las actas, y seamos capaces de transmitir al pueblo de Córdoba y las futuras generaciones de hermanos, todos y cada uno de los hechos que forman parte de la historia de la hermandad.


Imágenes

Ante la imposibilidad de adquirir en propiedad la imagen del Señor existente en San Juan de Letrán, la Hermandad encarga en 1942 a don Juan Martínez Cerrillo la imagen de Cristo. Si bien, Martínez Cerrillo resuelve de manera diferente la iconografía de Humildad y Paciencia, apareciendo de pie, con los brazos abiertos, permitiendo el despojo de sus vestiduras, aceptando la cruel sentencia de Poncio Pilatos.

La imagen de Humildad y Paciencia de la Ermita de San Juan de Letrán se encuentra actualmente en la Parroquia de San Lorenzo.


Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia fue bendecida el 25 de enero de 1943 por el Consiliario de la Hermandad, Reverendo Padre Fray Jesús de Pedro Abad, actuando como padrinos don Bartolomé Torrico Martos y su esposa doña Antonia Torrico de Torrico.

La imagen, de talla completa, aparece de pie ligeramente flexionado hacia delante, con el brazo derecho hacia delante, quedando la mano a la altura de la cintura, y el brazo izquierdo ligeramente hacia atrás con la mano entreabierta. La cabeza se encuentra ligeramente girada hacia la derecha y sus ojos entreabiertos en actitud de agotamiento y dolor físico.


Don Juan Calero Cantarero encargaba en 1939 al imaginero don Juan Martínez Cerrillo, natural de Bujalance, la imagen de una Virgen para la futura Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia. La talla fue entregada el seis de septiembre de 1939, siendo bendecida en la Parroquia de San Andrés el ocho de septiembre por el Muy Ilustre señor don Juan Eusebio Seco de Herrera, canónigo de la Catedral, actuando como padrinos del acto, doña Paz Courtoy de García y su hijo Gregorio García Courtoy.


De su rostro podemos destacar su mirada, caracterizada por unos grandes ojos y pestañas muy marcadas. En sus mejillas aparecen seis lágrimas, repartidas asimétricamente en cada mejilla en grupos de tres. La cabeza está inclinada muy levemente hacia la derecha, pero sin dejar de contemplar en el horizonte su mirada, buscando siempre a quien la contemple de frente. Tiene un elegante perfil, con líneas bien perfiladas; el entrecejo aparece ligeramente fruncido, con unas finas cejas muy señaladas en el entrecejo. La boca aparece ligeramente entreabierta, con labios muy marcados y las comisuras abiertas, dejando escapar una ligera sonrisa que viene a reflejar la Esperanza de una pronta Resurrección de Cristo.



Pasos Procesionales

Estrenado en 1997. Es neobarroco, en fase de dorado, e iluminado por candelabros de guardabrisas. Tiene carpintería de Francisco Bailac y talla, en madera de cedro, de Talleres Santa Águeda, con dorado de Manuel Calvo Carmona (1999). El Señor luce potencias de plata sobredorada de Rafael Peidró (1967) y túnica de tisú de plata bordada en oro de Antonio Villar (1998) y diseño de Fray Ricardo. La orfebrería de las figuras del misterio es de los Talleres José Amil, los cueros de José Rodríguez Escobar y las vestiduras de Antonio Castelló (1997).


Orfebrería en alpaca plateada con peana de Angulo (1957), respiraderos (1972) de Villarreal, así como jarras (1977), varales (1979), restaurados por Orfebrería Maestrante (1999), candelabros de cola (1982), candelería de 92 piezas (1989) e imagen de la Virgen del Rocío (1982), en su calle central, de Ríos. El nuevo manto (2009), en tisú de plata, bajo diseño de Jesús de Julián, tiene bordados en plata de los talleres sevillanos de Salteras. El palio realizado en malla bordada en hilo de plata. El San Rafael del techo de palio está realizado por el imaginero cordobés Álvaro Vizcaíno.La corona está realizada en plata de ley por el orfebre cordobés D. Emilio León Salinas, bajo diseño de Jesús de Julián, de estilo neobarroco. Posee cuatro imperiales que sustenta una ráfaga ricamente labrada, perimetrada por doces estrellas y rematada por la Santa Cruz.



Iglesia Conventual del Santo Ángel

El convento del Santo Ángel, de Padres Capuchinos se funda en 1629 sobre unas casas compradas al Marqués de Almunia en la antigua plaza de Almunia. Se conoce que estaba edificado en el año 1633, al ser el momento en que los monjes entran a vivir al convento. El día 6 de enero del año 1638, comienza a construirse la iglesia.

Sufrieron los Capuchinos tres exclaustraciones, en 1810, 1821 y la definitiva de Mendizábal en 1836. El convento fue vendido y demolido en su mayor parte. Según recoge Teodomiro Ramírez de Arellano, los materiales fueron empleados en la construcción de la plaza de Toros de los Tejares. Se conservó el claustro y la huerta aún hoy en día existentes, así como la iglesia.





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