Como ya dijimos la semana anterior hay piezas que dejaron en su cofradía la semilla del mal. Un mal que es como gastarse los dineros dos veces. Se nota que a cierto hermano mayor de la Paz y Esperanza le sobra en aras de su hermandad y la cagó haciendo 25 años antes un palio de recorte y, como corrigiendo su propio error, volvió en olor de multitudes y con una especie de jefe de prensa que me sigue recordando a Marhuenda que pasó de criticar a saco a la hermandad a venerarlo como a un ídolo del rockanrol. Así arregló el entuerto, la cofradía se gastó el dinero dos veces para acertar a medias en el segundo palio que recuerda tanto al del Porvenir. El otro sería de recorte, pero único y reconocible. Igual quiere volver dentro de unos añitos para cambiarlo de nuevo y volver a "salvar a su hermandad de sí mismo". Sea como sea, uno u otro sobraba, ¿no creen?.
Pero no solo en Capuchinos se cometieron errores. hay otro barrio más cañí al que le van hacer escudo propio con la forma del Simpecado orejón que recuerda a la Copa de Europa. Una monería viñera u hortelana de la Reina. Ojalá y lo cambien pronto. Pero que no lo cambien como el canasto del Buen Suceso. De tanto meter figuras, estarían a 3x4, el barco se les quedó chico y cambiaron un proyecto interesante al que dejaron cuartear la madera para construir una bañera que como buena bañera empieza a tener humedades. Desde luego que esa cofradía es una mina de carbón.
Juan Antonio Martínez Aragón