31 de enero, festividad de San Juan Bosco, fecha importante para mí. Hoy es el aniversario de boda de mis progenitores, y al fin y al cabo de mi existencia. Hoy he terminado la ilusionante, gratificante, honorable y responsable experiencia de terminar de redactar mi pregón del costalero de la Ciudad de Córdoba.
Por si alguien no lo sabe San Juan Bosco, fue un sacerdote y un maestro de la juventud más necesitada y fundador de la Congregación salesiana que tan extendida está por todo el mundo, “Padre, Maestro y Amigo de los jóvenes”. Podría ser referente y guía para muchos, que tanta falta hace a algunos que siguen con sus dotes inquisitorias y caciques por dónde se mueven.
Hoy, además de la familia salesiana acompañando a la imagen de San Juan Bosco, las juventudes de nuestras hermandades deberían tener un protagonismo añadido, para mayor esplendor de este día tan importante en la familia salesiana y cristiana, y si no tengan como ejemplo el significado del Oratorio de Don Bosco.
Bueno pues como el que no quiere la cosa estamos ya a poco más de 57 días, de que empecemos a disfrutar de la Semana más Grande. Y además dos exposiciones de dos hermandades cordobesas con mucho peso en la Semana Santa cordobesa. Cierto es que conocemos muchos de sus estandartes e insignias, pero a buen seguro que habrá detalles que normalmente no se vean en sus salidas procesionales. Así entramos en la vorágine total de ensayos, cultos, besamanos, besapiés, pregones, presentación de carteles, etc.
Empezaremos a desempolvar los utensilios cofrades, como nuestros pequeños incensarios o pebeteros, comenzaremos a escuchar a todas horas marchas procesionales y cuando tengamos un momento de tranquilidad en las casas, incluso nos atreveremos a poner un dvd para poder verlo, aunque también es cierto que con las nuevas tecnologías puedes verlo en cualquier sitio.
Veremos ensayos que esto nos pone y mucho a todos. Y para estrenarnos el otro día estuve viendo dos. El fin de semana pasado el misterio de la Redención pasaba por Deanes, en los dos sentidos. Hacia arriba primero y después hacia abajo. Me quedo con el ambiente que se hubo esa noche gélida de sábado, cuando lo más sensato era estar en casa calentito viendo un dvd o una película. ¡Que frío!
Y el lunes otro tanto, aunque la noche era mucho más agradable. También rodeada de mucha gente adyacente al paso del Resucitado, en este caso, a su mesa de ensayo. Y estuve y me sentí muy agradecido por tantos costaleros que se acercaron a mí para darme la enhorabuena por ser pregonero de este bendito oficio de ser costalero.
Costaleros con los cuales había departido con ellos ensayos y salidas, buenos y malos momentos. Abrazos y besos, de los cuáles me sentí lleno de gracia por parte ellos. Para los momentos duros, difíciles, emotivos y bellos que se presentan para mí en la Cuaresma que está a punto de pedir su venia para entrar en la Carrera Oficial de cada uno de nosotros.
Antes de despedirme de ustedes, quiero desde aquí, pedir que recen por el hijo de un amigo y costalero. Sergio, es muy pequeño y lo está pasando mal, muy mal. Espero que con la valentía de ese pequeño por saber lo que es ser costalero, como su padre, y con nuestras oraciones, salga de esta chicotá dura por la que está pasando.
Pachi Giraldo
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