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miércoles, 25 de febrero de 2015

Cruz de Carey: El afán de protagonismo en el mundo cofrade


El título habla por sí sólo de lo que les voy hablar esta semana, de ese afán que tienen algunos cofrades por ser los principales protagonistas en todo. Seguro que habrá visto este tipo de cofrade que siempre busca ser protagonista en todo, ya sea intentando mostrar sus conocimientos cofrades (que en verdad son de pena por los escasos que son o pobres), intentando aparentar que es el mejor y lo demás no les llega a su altura, o apareciendo en el lugar y momento más adecuado para aparecer en una fotografía o televisión, entre otras cosas.

Como en otros ámbitos de la vida y de la sociedad, este mundillo no está libre de este tipo de personajes que buscan su beneficio propio y sus intereses. Es verdad que a muchos nos gusta ser protagonistas, pero a lo largo de los años, he aprendido que es mejor pasar desapercibido y ser uno más, y dejar el protagonismo a los que realmente se lo merecen, cada uno de los hermanos de la hermandad, y por supuesto, a los titulares de cada hermandad, ya sea Cristo o María. 

El propio arzobispo de Córdoba, Demetrio Fernández, hacía mención a esto en el año 2013. En su carta semanal a los fieles, reflexionaba sobre este tipo de personas, comentando que "en el mundo cofrade no es para personas deseosas de protagonismo o personalismo, que no han podido encontrarlo en otros ámbitos de la vida", y remarcaba que "como en toda la vida cristiana, vale quien sirve, y no vale quien quiere servirse de la cofradía para sus intereses". Estas palabras me han parecido interesantes e inteligentes, ya que veo bien que sea la propia Iglesia, la que advierta de este tipo de individuos. 

Pero estas conductas se está viendo en todos los niveles de nuestras hermandades y del mundo cofrade, ya sean costaleros, nazarenos, músicos o en las propias juntas de gobierno que rigen los destinos de la hermandad o hermandades a las que pertenecemos. En el ámbito costalero, son algunos costaleros los que muestran ese afán, ya sea con la indumentaria que llevan, su actitud o su comportamiento. El capataz sevillano Antonio Santiago comentaba esto en un encuentro digital del Diario de Sevilla, y destacaba que se debería abordar este problema, haciendo ver a estos costaleros que "los verdaderos protagonistas de la historia van arriba de los pasos". Yo pienso que hay en este ámbito, no sólo costaleros que lo buscan, sino además hay capataces o auxiliares que buscan el ansia, y lo vemos constantemente, como por ejemplo, cuando un capataz buscan demostrar su "buen hacer" dirigiendo el paso, en un lugar bastante visible, como puede ser el comienzo de una Carrera Oficial, por aquello que hay cámaras de televisión. 


Ya en otras facetas, como en las juntas de gobierno ocurren estas cosas, como determinados miembros de una junta intentan sobresalir por encima de sus compañeros, con ayuda de otros amigos con el mismo rango, con tal de buscar su beneficio propio y de los más allegados a él, y que pueden causar un gran problema en la corporación, a causa de su actitud y forma, llegando a provocar algunos enfrentamientos con otros oficiales. Esto creo que lo hemos visto y sufrido en algunos casos, y realmente son bastante perjudiciales para la estabilidad y la paz social que deben reinar en una hermandad, donde pienso como he dicho anteriormente, son nuestras devociones o titulares y los propios hermanos, los importantes y protagonistas de nuestra hermandad. 

Sin embargo, recordando un artículo de mi compañero y amigo de José Barea en Gente de Paz, titulado "Becerros de Oro", me ha llevado asimismo a pensar como hay cofrades o "kofrades" con k de kilo, que ayudan en fomentar este afán, dándoselo, ya sea a un banda, músico, imaginero, etc., que realmente lo pueden estar buscando o no. Esto que les comento, lo he visto como algunos por quedar bien y hacer la "pelota" al individuo, lanzándoles elogios, o "grabando" con sus móviles o cámaras, en el caso de las bandas, cuando deberían centrar sus miradas al que va encima de los pasos. En cuanto a los elogios, no digo que no se lo merezcan, pero aumentan ese afán de protagonismo de algunos y además de su egocentrismo. 

Finalmente, creo que en este mundo, no se debe buscar este afán, ya que por propia experiencia y de otros, es mejor pasar desapercibido y no ser el centro de atención, es decir, ser uno más. Nuestro lugar en este mundo, llegará con esfuerzo, autocrítica y humildad, y no buscando ser el centro de atención en todo. 

Juan Evaristo Callejas Jerónimo







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