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martes, 3 de febrero de 2015

Cultos en la Hermandad de la Quinta Angustia


Guillermo Rodríguez. La Pontificia y Real Hermandad y Archicofradía del Dulce Nombre de Jesús, Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo y Quinta Angustia de María Santísima Nuestra Señora celebra Solemne Quinario durante los días 2, 3, 4, 5 y 6 de Febrero, en honor al Santísimo Cristo del Descendimiento y María Santísima en su Quinta Angustia.

Entre los días 2 y 6 la celebración comenzará a las 20 horas, ocupando la sagrada cátedra el Rvdo. P. D. Eduardo Martín Clemens Pbro. Párroco de Santa Cruz y Delegado Diocesano de Misiones. Los días martes, miércoles y jueves se celebrará el Jubileo Circular de las cuarenta horas en la Capilla del Dulce Nombre de Jesús. 

El martes día 3, en el ofertorio de la Santa Misa los hermanos que han cumplido los diez años de edad en el último año renovarán sus votos y juramentos de las Reglas de la Archicofradía. El jueves 5, igualmente en el Ofertorio de la Santa Misa, se tendrá acto de Recibimiento y Jura de nuevos hermanos. El viernes 6, tras la Eucaristía tendrá lugar la Solemne Procesión Claustral por las naves del templo, en el que los hermanos asistentes podrán acompañar al Santísimo Sacramento, terminando con la Bendición. 

El sábado 7 a las 20.15 horas, la hermandad celebrará Función Principal de Instituto que será oficiada por el Director Espiritual y Párroco, el Rvdo. P. D. Francisco Román Castro Pbro. y Canónigo Doctoral de la Santa Iglesia Catedral. 

Al Ofertorio hará la hermandad pública Protestación de Fé Católica en especial del Dogma de la Inmaculada Concepción de la Asunción de María en cuerpo y alma a los Cielos y renovará sus Votos y Juramentos en la defensa de su Mediación Universal y de su realeza sobre Cielos y Tierra. Tras le Bendición con el Santísimo Sacramento se cantará la Salve. 

La actual talla del Cristo del Descendimiento de Sevilla es una excepcional talla de madera policromada que se realiza para sustituir a otra anterior, articulada, llevada a cabo en 1635 por Agustín Muñoz para la misma Hermandad con objeto de ser bajada de la cruz en la ceremonia del Descendimiento.

La autoría de la imagen actual está atribuida a la producción de Pedro Roldán, y su ejecución se fecha en torno a los años 1658 y 1659. Se tiene constancia de la participación de este artista y su taller, hacia el año 1659, en el paso de la cofradía, por lo que debe ser en esa fecha cuando debió de ser realizado el encargo de esta imagen.

Estudiosos de prestigio como Sancho Corbacho o el profesor Bernales relacionan el parentesco estilístico de esta talla con algunas obras bien documentadas de Pedro Roldán, como son el retablo de la iglesia del Hospital de la Caridad, de 1670, o las del retablo de la Capilla del Sagrario, de 1666. En todas ellas resalta la decidida composición del cuerpo en escorzo y su detallado estudio anatómico, así como la larga cabellera caída a un lado o la técnica claroscurista cargada de enorme barroquismo.

La interpretación de la imagen en relación con el resto de la composición y de la escena representada, el hecho de estar realmente suspendido en el sudario y el balanceo producido con el movimiento del paso producen un extraordinario realismo difícilmente superable.

La imagen ha sido objeto de distintas intervenciones a lo largo del tiempo. Así, se sabe que en 1904 se le realizó un pequeño arreglo en una de sus manos, a cargo de Emilio Bartolomé, y en 1984 se le practicó una restauración de mayor magnitud por el Instituto de Conservación y Restauración de obras de arte y bajo la dirección de los hermanos Solís. En esta ocasión se le afianzó el elemento de sujección al madero y los ensambles, así como una limpieza general para uniformar y devolver su policromía original.

El Santísimo Cristo del Descendimiento realiza su estación de penitencia a la catedral en su paso de Misterio, en la tarde-noche del Jueves Santo de la Semana Santa sevillana, desde su sede habitual de la Iglesia de La Magdalena

María Santísima de la Quinta Angustia es una Dolorosa realizada en el año 1934 por el escultor Vicente Rodríguez-Caso; una imagen de candelero para vestir, de 178 cms. de altura tallada en madera policromada. Carece de lágrimas y pestañas postizas, con los ojos tallados y pintados sobre la misma madera.

Responde al modelo iconográfico del Stabat Mater (del latín: estaba la Madre, referido al momento en el que la Madre Dolorosa estaba al pie de la Cruz); y representa a una mujer madura, como realmente correspondería a la edad real de María en el año de la muerte de Cristo, con un rostro de gran belleza y plasticidad que dirige su mirada hacia el cuerpo muerto de su hijo que ese momento es descendido de la cruz, mientras sostiene la Sábana Santa con su mano izquierda.

La imagen de esta Dolorosa, realizada por un autor distinto al de las otras figuras del paso de misterio de esta Hermandad, se integra con naturalidad y gran acierto en el conjunto. Una cierta semejanza con la imagen de María Salomé que forma este mismo grupo escultórico hace pensar en la posibilidad de que el autor se hubiese inspirado en ella a la hora de su realización.










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