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jueves, 12 de marzo de 2015

Sendero de Sueños: Cuidemos de las tradiciones


Ayer mismo echando una ojeada a mi cuenta de una red social me topé con un artículo que hablaba de endurecer las normas de vestimenta en las mantillas en Alicante. Este artículo de la zona levantina del país me hizo pensar en la tradición de llevar mantillas detrás de los pasos de nuestra ciudad.

Son muchas las muchachas que cada año se apuntan a vestirse de mantilla para acompañar a su Titular, ¿pero cuidamos el atuendo? ¿Quién debe poner el límite? 

Al igual que se nos exige a los nazarenos unas series de normas (no ir maquilladas debajo del cubrerrostro, no llevar pulseras ni anillos -salvo el de casada-, y otras tantas, que veo correctísimas), ¿por qué no se mira con gran lupa a las muchachas que van de mantillas?

Con esto no quiero que se piense que generalizo, que por norma general van correctamente vestida, pero sí que se tengan más en cuenta las normas, porque sí que se ve cada cosa... (sombras con purpurina en los ojos, labios rojos que están tan de moda, faldas por encima de la rodilla o escotes exagerados por delante y por detrás...).

Recordemos que las mantillas, esas que defenderé hasta el fin de mis días, van de luto y que son una parte más del cortejo, pues también sacan sus papeletas de sitio.

Señoras y señoritas, vamos a cuidar nosotras primero el atuendo y guardemos nosotras primero la compostura, ya que no se sale de mantilla para lucirse, sino en señal de respeto y de luto. Hace tiempo ya hubo mujeres que tuvieron que luchar para que no se perdiese... no hagamos que ahora vuelvan a "cargar" contra este colectivo.

Y desde aquí, quisiera animar a todas las mujeres de Córdoba a continuar con la tradición de visitar los Sagrarios durante el Jueves y el Viernes Santo, y no quedarse sólo con acompañar a nuestros Titulares.









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