LO ÚLTIMO

lunes, 20 de julio de 2015

Enfoque: La Puerta de la discordia


Blas Jesús Muñoz. La apertura de la segunda puerta de la Catedral que, sin duda, mejoraría notablemente no solo el discurrir de las cofradías que actualmente realizan su estación de penitencia en el primer templo de la diócesis, sino que agilizaría el traslado de la carrera oficial a dicho entorno; parece seguir enquistado en diversos frentes. Todo ello pese a la aprobación de la retirada de las celosías por parte del organismo competente de la Junta de Andalucía.

Si les informábamos en este medio de la intención del Primer Teniente de Alcalde y Presidente de la Gerencia de Urbanismo, Pedro García, de supeditar la concesión de la respectiva licencia para el comienzo de las obras al consenso entre todas las partes, incluida la Unesco. Por su parte, los herederos del "autor" de las celosías, Rafael De La-Hoz Arderius, podrían recurrir ante la justicia ordinaria, agotada la vía administrativa.


¿Autor o Coautor?

"En aras de la verdad de los hechos, quiere dejar constancia expresa de que no se considera el único autor de las celosías, sino que reconoce sin reserva alguna que don Rafael de la Hoz Arderius es asimismo coautor de pleno derecho de las mismas". Con estas afirmaciones de Víctor Ángel Caballero Ungría, quien por parte de la Junta de Andalucía es considerado el verdadero autor de las celosías, se alimenta -aun más si cabe- la polémica en torno a este asunto.

Para Caballero Ungría, de 92 años de edad, Rafael de la Hoz Arderius "ha de ser considerado coautor de las referidas celosías". Y es que según la versión de los familiares de De La-Hoz como la que parece mantener Víctor Caballero, el referido coautor de las celosías no quiso firmar el proyecto a consecuencia de que el mismo ostentaba la máxima responsabilidad en la Dirección General de Arquitectura.

Una controversia que no parece ir más allá del plano de los tecnicismos y que, sin embargo, no hace sino afectar a la puesta en marcha de un proyecto menor en el monumento. Cabe recordar que el templo cuenta con bastantes siglos de historia, mientras que las celosías apenas superan los cuarenta años de existencia.


Hoy en GdP